Un soplo de vida en Irún

La Voz IRÚN / EFE

CANGAS

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El Cangas logra su primera victoria del curso a domicilio

11 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Balonmán Cangas, en puestos de descenso, asaltó (22-26) el pabellón Artaleku y puso en evidencia a un Bidasoa-Irún en crisis de juego que estuvo a merced de los gallegos desde el pitido inicial.

El encuentro fue un calco para el aficionado local del disputado hace dos jornadas en Irún contra el Benidorm, a priori con la etiqueta de víctima porque estaba también al fondo de la tabla, pero que complicó la vida sobremanera a los iruneses y les hicieron sudar el triunfo.

El Bidasoa no pudo repetir resultado ante un Balonmán Cangas que debió de ver muchas veces ese vídeo porque, con una gran defensa, hizo un cortocircuito en el juego ofensivo del Bidasoa, que tenía a Azkue casi como recurso único para batir la portería de Hermones en la primera mitad.

Los gallegos, a base de paciencia, labraban cada uno de sus ataques hasta encontrar el hueco por el que siempre colaba sus lanzamientos Milosevic, el mejor del balonmano Cangas hasta el descanso, en el que los suyos se fueron con una mínima pero inspiradora diferencia.

Los vascos mejoraron de inicio, aunque sin estridencias, su flojo rendimiento en una segunda parte en la que salieron más enchufados en ataque y con el gol del catalán Nonó, igualaron el partido a 12 y dieron comienzo a un nuevo encuentro con Artaleku apoyando lo suyo.

El futuro del colista en este choque parecía complicarse, pero los hombres entrenados por Víctor García «Pillo» no arrojaron la toalla y, con Simes y Jesús Soliño, volvieron a mandar en el marcador y a poner de los nervios al conjunto amarillo cuando se fue de tres (15-18) y Jacobo Cuétara tuvo que parar el partido para poner algo de orden.

No surtió efecto porque el Cangas estaba muy sólido y el Bidasoa era un flan, así que contra pronóstico y a pesar de los cuatro goles seguidos de Kauldi Odriozola, los morracenses se llevaron una justa victoria para paliar su situación. La primera victoria de los de O Morrazo a domicilio es un soplo de vida.