Tras años queriendo dejar el puesto, el máximo mandatario del club ha dado un ultimátum
28 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Tras 50 años, Manuel Camiña quiere dejar de formar parte de la directiva del Cangas. No es la primera vez que el presidente advierte de su intención de abandonar el cargo, pero asegura que no puede más y que en esta ocasión no habrá vuelta atrás. Si antes de marzo no hay relevo, se venderá la plaza de Asobal con la idea de que el club continúe solo con sus categorías base.
-¿Qué le ha llevado a tomar la decisión de dar este ultimátum?
-Hace mucho que quiero dejarlo, porque todo tiene que tener un relevo en la vida. Aquí parece que a la gente no le preocupa el club, que no le interesa, por eso se tomó esta decisión en asamblea. Si nadie quiere hacerse cargo del equipo, se vende la plaza de Asobal, se liquida, sigue la base y listo.
-¿Se ve realmente vendiendo la plaza?
-Sí. Está claro que no me gustaría hacerlo, pero hay que decir ‘hasta aquí’ y ahora es el momento. El equipo está consolidado, lleva dos años entre los cinco mejores de España, lo cual no es casualidad, y yo ya tengo 66 años. No puede ser que el balonmano se convierta en un castigo para mí después de haberle dedicado tanto tiempo de mi vida.
-¿A qué cree que se debe la falta de relevo?
-No es fácil hoy en día coger la presidencia de un club semiprofesional como este, que al final hay que llevarlo como si fuera una empresa. Es un trabajo altruista que nadie te reconoce y que yo siempre he hecho con gusto, sin buscar ese reconocimiento que no necesito. Pero cuado te das cuenta pasaron 50 años que no creo que haya nada parecido en el balonmano español ni tampoco en ningún otro deporte. Empecé jugando a los 16 y a los pocos meses ya era entrenador y el que me encargaba de todo.
-¿Puede decir entonces que esta será su última temporada como presidente?
-Sí, la decisión es firme. Hay quien puede pensar que no; que lo tomen como quieran, que cuando llegue la fecha se verá. Lo pusimos en marzo porque hay que programar la temporada y eso no lo puedes hacer al final, necesitas montar el equipo con tiempo y a ver quién se hace responsable si no hay nadie. Aparte de que me tengo que morir, como todo el mundo.
-¿Estaría dispuesto a seguir colaborando de alguna manera con el club?
-Sí, me ofrezco para hacer cualquier cosa que pudieran necesitar, pero siempre desde fuera de la directiva, alejado de la gestión.
-¿Cómo ha reaccionado el entorno del club a su decisión?
-Por ahora personalmente nadie me ha dicho nada. No sé lo que se comenta en los círculos de Cangas, que es un pueblo que vive para el balonmano, pero para ir a verlo, animar y apoyar, no para meterse a dirigir un club, que es algo complicado y soy el primero que lo entiendo. Si se da el caso, la idea siempre sería que continúen las bases, sin plaza de Asobal. El club es más que el equipo sénior, somos el que más licencias tiene en Galicia con unas 500.
-¿Confía en que haya una solución sin llegar a vender la plaza?
-Dependerá exclusivamente de si hay suficiente interés en este club o no. Lo tiene que decidir la gente, no yo. Convocas una asamblea y antes venía un montón de gente, pero dicen que siempre es lo mismo y cada vez vienen menos. Noto que no hay suficiente inquietud y gente que se implique. Llegado el caso, se implicarán los papás de los niños de la base si quieren que los chavales puedan seguir jugando al balonmano en Cangas.