La reforma del corredor de O Morrazo redujo los accidentes un 8 % en un lustro

e. v. pita VIGO / LA VOZ

CANGAS

SXENICK

El número de víctimas mortales descendió el 62 % desde que en el 2011 se mejoró la separación entre los carriles contrarios

09 may 2016 . Actualizado a las 14:26 h.

El año 2010 fue trágico para O Morrazo porque siete personas murieron en accidentes de tráfico en la CG-4.1 o corredor de O Morrazo. La Xunta identificó como principal problema la falta de separación entre los dos únicos carriles, uno en cada sentido, de un vial diseñado para circular rápido y que prestó servicio a partir de diciembre del 2005.

Entre las medidas paliativas que adoptó la Xunta está la colocación de 13 carteles en el 2010 que atajaron la mortalidad. Se repintaron las líneas continuas y discontinuas y se instalaron resaltos y captafaros. Se limitó la velocidad a 100 kms/h en el 2012 y se instalaron barreras de hormigón y se colocaron balizas. En el 2013, se reformó el área de la glorieta de Rande por peligrosa.

El chequeo examina una década de accidentes en este vial que une la autopista de la AP-9 con Cangas, desde el 2005 hasta el 2015 y datos del 2016 hasta mayo.

De los datos se obtiene lo siguiente: a mismo número de años, antes y después del mayor pico de mortalidad del 2010, la accidentalidad descendió el 8 % tras adoptarse las medidas.

En el lustro que comprende del 2006 al 2010, se contabilizaron 187 accidentes, mientras que entre el 2011 y el 2015, cuando se establecieron medidas protectoras para los conductores, el número de siniestros se redujo a 172. Son quince menos, el 8 %.

Donde más se han notado las medidas de corrección ha sido en el número de siniestros mortales. Antes de las medidas, se registraron 8 muertes y, tras instalarse las biondas, solo 3, el último en el 2016. La mortalidad se ha reducido en un 62,5 %.

El porcentaje es similar respecto a los accidentes que se saldaron con heridos leves. De 26 antes de instalarse las medidas protectoras a solo 14, prácticamente un 50 % menos. Sin embargo, la reducción de lesionados leves es menor: pasó de cien a 93, solo un 7 % menos. Respecto a la reducción de daños materiales, el descenso es testimonial: de 129 se pasó a 123, solo un 5 % menos.

Pero estas estadísticas aportan una pista clave: las medidas fueron efectivas para reducir la violencia de los impactos porque las biondas obligan a los conductores a rebajar su velocidad. La prueba es que estas barreras apenas han influido en el número de accidentes con heridos leves.

La Xunta prevé acometer este año la reparación del firme en el vial rápido

La Xunta tiene previsto este mismo año acometer la reparación del firme mediante una obra de refuerzo del asfalto en los tramos CG-4.1, CG-4.5, PO-542, PO-532, PO-313 y PO-232. Fue licitada el 8 de abril del 2016. Esta reparación del firme se coordinará con las obras de desdoblamiento del corredor de O Morrazo en sus primeros siete kilómetros. Hasta ahora, las medidas correctoras se centraron en limitar al máximo los accidentes frontales o frontolaterales mediante la separación física y visual de los dos carriles. Se mejoró la señalización en el tramo de aproximación a la glorieta de Rande porque allí se producían gran parte de los siniestros.