Una cascada debajo de la autopista

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

CANGAS

Un grupo de alumnos de un colegio vigués, limpiando el cauce del río Eifonso.
Un grupo de alumnos de un colegio vigués, limpiando el cauce del río Eifonso.

El ascenso del río Eifonso ofrece paisajes salvajes sin salir del municipio

27 ago 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

El río Eifonso es uno de los afluentes del Lagares que recorre parte del municipio desde los montes de Beade. Su abrupto descenso conforma un sendero natural que en su día fue utilizado por los habitantes de aldeas ya abandonadas para comunicarse con Beade y Valadares. Ese sendero permite adentrarse en un paisaje salvaje, aislado de toda población.

Comienza el camino tras pasar Bembrive, en una curva pronunciada en la que se puede ver un puente. Está bien señalizado y comienza junto a una parada de autobús. Se trata de un camino de ribera de río, con todas las especies animales y vegetales características del bosque atlántico.

El camino comienza con una subida suave, que se va haciendo cada vez más empinada. Durante el recorrido irán apareciendo molinos de agua en distintos estados de conservación. Hay rincones de gran belleza, especialmente en el tramo anterior a la cascada. Esta etapa puede hacerse por un cómodo sendero o también cruzando el río y ascendiendo de una forma un poco más complicada lo que aporta algo de emoción al paseo.

Una vez alcanzada la ermita de San Cibrán el camino cambia. Al pasar por debajo de la autopista se abren dos posibilidades. La primera consiste en seguir el río hasta su nacimiento, ya no muy lejos. Es más complicado porque el camino desaparece de una forma evidente, pero permite no abandonar el frescor de la corriente acuática. Esta variante concluye muy cerca de la rotonda de acceso al campus universitario.

Dos opciones

La otra opción es ascender por el camino principal, que transcurre en paralelo a la autopista hasta adentrarse en un bosque. En esa zona se pueden observar restos de casas que conformaron una aldea y caminos anchos. A esa zona se la conocer como la Fraga. Es un ascenso continuo que concluye en el parque forestal de Beade, muy cerca del campus universitario. El caminante puede contemplar una vista fantástica de todo Vigo y su ría, con las Cíes al fondo.

En esa cima se han completado cerca de diez kilómetros, salvando una altura aproximada de cuatrocientos metros.