Baiona pierde glamour con el cierre de El Delfín después de 40 años

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

BAIONA

M.MORALEJO

La emblemática tienda de ropa femenina se clausurará en agosto y su responsable se centra en el parador

25 jul 2017 . Actualizado a las 08:57 h.

Baiona perderá glamour. A finales de agosto cerrará El Delfín. La tienda más exclusiva de moda femenina y complementos de la villa podría estar abierta en la principal avenida de cualquier capital europea. Pero María Teresa Tornero Díaz la inauguró en Baiona hace ya 40 años. Natural de Riaño, en León, un pueblo que está inundado, llegó a la villa turística con sus hijas porque a su marido lo destinaron al parador.

Mujer emprendedora, enseguida se fijó en unos locales comerciales que había enfrente de su casa de la calle Carabela La Pinta. Allí abrió El Delfín, que al principio fue una perfumería y después se fue especializando en artículos de regalo. Pero María Teresa pronto se dio cuenta de que lo suyo no era la perfumería, sino la moda, «donde yo realmente me he sentido satisfecha de mi andadura». Empezó comprando ropa y viajando a París, a Milán, a Duseldorf y también a Madrid y a Barcelona.

«Empecé con marcas importantes, siempre buscando lo último y estando al día. Nunca repetí una prenda en el escaparate», asegura. Hace 15 años se mudó a su actual emplazamiento en la Avenida de Elduayen, al lado del hotel Pinzón, donde se ha fraguado una fiel clientela. «Tengo el privilegio de poder decir que la mayoría de mis clientas son mis amigas. Es gente que está muy cerca de mí. He coincidido con personas maravillosas», asegura con orgullo. «Tengo una clientela muy importante de Vigo, Santiago, Ourense, de Portugal. Mucha gente viene de fuera para vestirse aquí y, de paso, se queda varios días en Baiona», añade.

Ella no ha notado la crisis económica que ha azotado al comercio y que obligó a echar el cierre de una gran cantidad de tiendas. «Se donde piso y además soy intuitiva para el negocio», reconoce.

Sus empleadas

El mérito no es solo de ella, sino que también de las empleadas que ha tenido a su cargo. Siempre trabajando a su lado para lograr el objetivo de que sus clientas se vean bien vestidas. Reconoce que no es una tarea fácil, dar con la prenda que se ajusta a cada persona. «He contado con personal muy cualificado que ha disfrutado de la moda. Todas hemos vivido esa pasión las veces que llegaba la mercancía.», afirma. La decoración también le atrajo mucho. «También en la decoración me he sentido plenamente realizada y donde he trabajado muchísimo. Pero si pongo en una balanza el trabajo que he pasado y la satisfacción que he tenido, esta se inclina hacia haber tenido el privilegio de de trabajar en algo tan interesante y tan apasionante como es el mundo de la moda y de haberlo vivido como si cada prenda fuera para mí», confiesa.

María Teresa cierra una etapa en la que reconoce que ha sido muy feliz porque se ha entregado con pasión a su trabajo. Considera que esa ha sido la clave de su éxito. «Un negocio, si no lo amas profundamente, aunque sean habichuelas, hay que vivirlo si quieres triunfar y ser feliz dentro de él y no poner cara de seta cuando entra una señora».

Una entidad bancaria ocupará ahora el lugar de El Delfín. Hace diez años que estaban detrás del local haciendo diferentes ofertas. Cuando sus hijas decidieron que no iban a seguir el negocio, tomó la decisión. El Delfín ha aportado prestigio a la villa, que se puede jactar de haber tenido una tienda como muy pocas. La mano de María Teresa seguirá presente en el parador de Turismo Conde de Gondomar, cuya tienda seguirá dirigiendo a sus 72 años de edad. Sus hijas gemelas tienen otra tienda en la Ronda de Don Bosco de Vigo, que lleva el nombre de su madre y que a partir del 1 de septiembre pasará a llamarse El Delfín 2, con las mismas marcas y espíritu.

«He vivido con pasión el mundo de la moda como si cada prenda fuera para mí»