Una yorkshire recorre a diario varios kilómetros entre Baiona y Nigrán subida a la silla con motor eléctrico de su dueño
09 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h."Lolita" es la perra más lista del Val Miñor porque es la que más pasea y lo hace sin cansarse lo más mínimo. Esta perrita de raza Yorkshire recorre a diario varios kilómetros a lo largo de la costa subida al cesto de la silla automática de su dueño. Desde esa privilegiada posición, permanece atenta a la ruta sin perder ningún detalle de todo lo que acontece ante su mirada.
La estampa no dejar de llamar la atención a los usuarios que habitualmente caminan por el paseo marítimo que une Baiona con A Ramallosa. Aparentemente no se sabe bien si la perra es tan elegante que tiene un chófer a su servicio o si verdaderamente ejerce como animal de compañía. Pero no es tan holgazana como pueda parecer a simple vista. «También le gusta andar», apunta su dueño, Benigno Costas Fernández, de 86 años. En realidad, el animal pertenece a su nieta, que es la que la saca por las tardes con la correa para que camine y se ejercite un poco. Pero está claro que Lolita prefiere la silla y no tener que dar un solo paso. «Allá donde tenga que ir, ya me está rebuñando en las piernas para salir», apunta Benigno. «Es enemiga de estar en casa, es raro que quede atrás», apunta este vecino que vive cerca del cementerio de Sabarís.
Ella misma se sube a su particular asiento bajo el manillar sin que nadie se lo pida. De un brinco, ya está dispuesta a que su piloto apriete el acelerador para recorrer el mundo y tomar mucho el aire.
Toda la costa
Benigno la lleva de Sabarís a Baiona y de allí hasta A Ramallosa. Con ella también hace recados Por ejemplo, si tiene que ir a comprar algo o al correo. Va con ella a todos los lugares donde pueda tener acceso con su silla motorizada. Afirma que la perra ni se inmuta. Es una buena compañera de viaje. Si hace buen tiempo, los paseos son más largos. «Este aparato tiene una autonomía para 20 kilómetros», afirma mientras señala la silla con motor eléctrico que comenzó a utilizar hace un año a raíz de una operación de cadera.
A veces hay personas que le paran ante la llamativa actitud de la perra. «La conoce todo el mundo y hay gente que se mete un poco con ella», afirma Benigno, que reconoce que Lolita le hace mucha compañía. Durante los últimos días que hubo mucho viento y lluvia, no tuvo más remedio que quedarse en casa a la espera de que llegara el buen tiempo. Una vez que ya han vuelto a aparecer los rayos de sol, Lolita vuelve a recorrer las calles y paseos de Baiona como a ella más le gusta.