«Es muy difícil practicar deporte con discapacidad y una paga de 500 euros»

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

BAIONA

Oscar Vazquez

La campeona de España de «handbike» no pudo ir al Mundial por falta de patrocinio

20 sep 2016 . Actualizado a las 07:55 h.

La valía deportiva o la trayectoria profesional no siempre son suficientes para optar a podio. La única handbiker gallega, pionera en esta especialidad, ha tenido que renunciar a la Copa del Mundo de ciclismo adaptado por falta de patrocinio. El primer puesto con el que se alzó en el Campeonato de España celebrado en Estepona, tanto en crono como en ruta, le valió una de las tres plazas para representar a su país en esta prueba que se celebró en el País Vasco pero tuvo que renunciar porque no podría asumir los gastos de desplazamiento. 

Desde que en el 2014 comenzó a competir, el palmarés de la baionesa Mila López Vernet ha engordado con triunfos consecutivos. El último en Estepona donde ha conseguido el campeonato que se le resistió el año pasado, cuando quedó subcampeona. Pero la plata o el oro de las medallas no se traduce en dinero metálico, así que la deportista, aunque acuda representando a su país y a su Baiona natal por lo que vale, tiene que centrarse en lo que cuesta.

En el caso de la Copa del Mundo del País Vasco eran unos 350 euros de alojamiento más el avión, por lo que el coste total alcanzaría unos 550 euros, imposibles de enfrentar con una pensión por discapacidad. El pasaporte hacia esa Copa del Mundo lo financió en solitario estirando la paga para poder ir y ganar una decena de carreras y pruebas porque solo cuenta con una beca que ronda los mil euros pero que no percibe hasta que termina el año. Tampoco pudo optar a las subvenciones de la Diputación de Pontevedra que sí recibió los años anteriores «porque no se convocaron».

«Es muy difícil que la gente con alguna discapacidad pueda practicar porque con una paga de 500 euros no puedes comprar ni la bici», explica la deportista. En el caso de Mila López, licenciada en Economía, fue una malformación genética llamada espina bífida la que le obligó a dejar su trabajo hace año y medio y la misma que no le permite estar sentada más de dos o tres horas. Sin embargo su único límite es económico. De las tres deportistas que ganaron plaza en la Copa del Mundo solo ella tuvo que desistir por falta de ese respaldo financiero.

La Fundación Repsol-Fundación También, ha puesto el ojo en la handbiker y la acaba de fichar para su equipo. «Sigo federada en Baiona y con mis compañeros del club Ifit de Vigo, pero va a ser un gran respaldo emocional y económico».

Y no solo para ella sino para la Fundación y para las jóvenes a las que les pueda abrir el camino. «Porque aquí tienes que costearte hasta tu bici aun sin saber mucho de este deporte, pero en Madrid te la prestan para iniciarte», explica. Además, «saben que voy a hacer podio y eso es un referente para las niñas y jóvenes que empiezan porque así se animan a competir», señala Mila López Vernet.

Su fichaje hará que tenga que ir a más carreras populares de las que se disputen en Madrid y lo hará estirando al máximo esa paga. «Es un deporte minoritario, no tenemos mucha visibilidad y las instituciones públicas tampoco se molestan. Galicia podía haber entrado este año en el circuito de carreras de handbike pero no se luchó», lamenta la deportista baionesa.

Solo dos federados

Ella entrena a diario todo lo que puede para su próxima competición ya que el 12 de octubre pretende revalidar la Copa de España con la que ya se alzó el año pasado. «Salgo a entrenar y el resto del día tengo que estar tumbada porque no puedo estar sentada más. No es que no quiera, es que no puedo. Mi límite sentada ahora es de hora y media al día y a eso te tienes que adaptar», explica.

Solo hay dos deportistas de hadbiker federados en Galicia y Mila López Vernet es la única mujer.