«Baiona estaba en el destino de Pinzón»

Monica Torres
mónica torres BAIONA / LA VOZ

BAIONA

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El explorador pacifista, de visita en Baiona, repasa medio siglo de aventuras

29 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Baiona estaba en el destino de Pinzón, que quiso salvar a su tripulación y agarró viento de popa para llegar a puerto». El navegante Vital Alsar Ramírez condensó ayer, en poco más de media hora, la gesta que cambió la historia del mundo entrelazando lo humano y lo divino. El explorador santanderino, famoso por cruzar el océano Pacífico en una balsa, viajó esta vez en coche pero con el mismo mensaje de paz con el que arribó a bordo del trimarán Zamná para el Día de la Hispanidad del 2009.

Amante de la mar, con esa forma en que atrae a quienes la viven desde niños, Vital Alsar recordó que su vínculo con Baiona se selló en 1981, cuando supo que en estas tierras descansaba el cuerpo del primer americano muerto en Europa. «Entonces descubrí una localidad con una historia fascinante y ahí surgió mi especial conexión especial con la villa», manifestó acompañado en esta expedición por su mujer y la tercera generación de su familia.

El explorador santanderino, de 82 años y que reside actualmente en la ciudad mexicana de Veracruz, explicó su vocación y devoción por la mar y por sus gentes. «Soy nieto de navegantes y recuerdo cómo sonaba la campana de madrugada cuando un barco no llegaba. Escuchaba los gritos de las mujeres por los muertos y mi abuela me metía debajo del mandilón», rememora. Asegura que aquellas vivencias fueron las que años más tarde le obligaron a plantearse el reto de «hacer algo por todos los navegantes, por los que mueren en el mar». Ahí empezó la más famosa de cuantas expediciones ha realizado para llevar el mensaje de paz por los cinco continentes durante el medio siglo siguiente. Fueron 561 días en balsa «sin motor ni timón», con 12 hombres de ocho nacionalidades. Vital Alsar consiguió culminar la odisea de cruzar desde Ecuador hasta Australia en tres travesías con dos naufragios y los últimos 25 días sobrevivió a base de agua salada. «Hoy en día en el mundo hay muchísima gente que se ha salvado gracias a nuestra investigación», destacó el navegante cántabro. «Entonces descubrimos que beber un litro de agua de mar, en tomas espaciadas durante 24 horas, que está prohibida en todos los libros de socorro, te va a dar entre 4 y 6 semanas más de vida para que te salven. Nosotros dejamos todo en tierra por vivirlo y demostrarlo», dice el explorador. Años después, apunta, «la Universidad de Massachusetts demostró que se podía sobrevivir 25 días viviendo solo de agua de mar, cuando yo había dicho ya entre 4 y 5 semanas. Hoy puedo apuntar que, con el poder intelectual humano, el hombre puede alargar esas cuatro semanas a cinco o seis y aun más con el poder espiritual».

Todo el discurso del santanderino insiste en las capacidades del ser humano. «El enemigo no está enfrente, sino en uno mismo», cita modo de aprendizaje de su odisea en grupo durante sus travesías en balsa, con guiño incluido al decir que «el ser humano tiene el poder de salvarse donde quiera que esté, incluso los políticos». «Partido significa roto y España está dividida en muchos rotos, por eso no nos entendemos. España se está quebrando con una imbecilidad total, es como ponerle al sol una lona negra», deja caer el navegante pacifista apelando una vez más a la unidad.

Vital Alsar, que se autodefine como un ciudadano universal «porque la tierra me parece muy chiquita ya», aseguró que sigue explorando, «aunque ahora navego en los libros porque el que hace algo tiene que transmitirlo». Se despidió de Baiona con el deseo de que se le recuerde «como un marinero que buscó la paz» y asegurando a todos los exploradores que «nadie puede a un hombre excepto él mismo».

Su mayor gesta. De Ecuador a Australia en balsa, sin motor ni timón, durante 561 días y en compañía de doce hombres. Sufrió dos naufragios y durante los últimos 25 días sobrevivió bebiendo agua salada.