Los alcaldes de los municipios por los que pasa se reunirán en los próximos 15 días para idear cómo promover la ruta
03 ago 2015 . Actualizado a las 11:31 h.Los daneses Finn y Margaretta Ravn pasan a las nueve de la mañana por el paseo de Elduayen, la principal travesía de Baiona. Han dormido en la localidad, tras duras jornadas de caminar sin parar por el Camino Portugués de la Costa, también conocido históricamente como El Camino monacal, nombre que se le otorga gracias al Monasterio de Santa María de Oia.
El matrimonio Ravn lleva varios días transitando dicho circuito. «Esperamos llegar a Santiago el viernes, aún tenemos que caminar mucho y muy duro», explica Finn. Aún siendo una ruta jacobea todavía no demasiado conocida, ambos eligieron este camino por los paisajes que lo conforman. «Por el interior de Portugal estábamos viendo muchas fábricas, y decidimos pasarnos a la costa». Como ellos, muchos extranjeros se han animado cada vez más conforme han pasado los años a escoger esta senda como opción principal para realizar la peregrinación a la capital de la comunidad. Según el concejal de Vías, Obras y Medio Ambiente de Baiona, Ángel Rodal, «el 85% de los turistas que pasan por este camino son extranjeros. Buena parte de ellos de alto poder adquisitivo».
En los kilómetros por los que discurre este camino surgen lugares tales como el Monte de Santa Trega, con los castros celtas en su acantilado; el Monasterio cisterciense de Oia, cuya construcción data en el siglo XII; Baiona, Nigrán, Vigo y finalmente Redondela. Es entonces cuando el camino portugués de la costa y el del interior convergen, para dirigirse hacia Santiago de Compostela.
Los peregrinos que optan por esta alternativa son cada vez más, aunque todavía no se alcanzan las cifras de los albergues de el camino portugués del interior. El albergue Aguncheiro de Oia es una de las primeras paradas de los peregrinos una vez cruzan las aguas del Miño por A Guarda y se cuelan en tierras gallegas. Allí, este servicio de alojamiento de peregrinos dirigido por Javier Hernández, está registrando unas cifras similares a las de otros años. «Este mes de julio, se están quedando a dormir una media de 6 o 7 peregrinos al día. En junio también una cifra similar. Desde el año 2010 aquí no percibimos una progresión enlos que se quedan a dormir».
Baiona, por su parte, no cuenta todavía con un albergue para acoger a los peregrinos. Ángel Rodal asegura que la posibilidad se había planteado. «Se había pensado en meter uno en el Faro Silleiro», asegura, aunque a día de hoy no se ha llevado a cabo tal gestión. Por otra parte, muchos de los peregrinos que acuden trasnochan en diferentes hoteles, tanto de la localidad baionesa como de los otros municipios por los que discurre este itinerario jacobeo. «Lo que realmente nos extraña es que vengan tantos extranjeros y no gente de España», cuestiona Rodal.
Mientras tanto, en A Ramallosa (Nigrán) se encuentra el albergue de las Damas Apostólicas. Allí Felipe Rodicio y quienes atienden a los peregrinos han registrado en este mes de julio una media de ocho peregrinos diarios, que serían unos 240 al mes.
Mientras, en Vigo, Luis Martínez ofrece en el Refugio Freixo de peregrinos la posibilidad de alojarse en albergue. «El año pasado llegamos a los 100 peregrinos», asegura. Este verano afirma que están llegando cerca de 15 peregrinos al día.
Reuniones
Todo ello pone la pelota en el campo de las autoridades municipales por las que transita el camino. Los alcaldes de los diferentes municipios por los que pasa esta ruta se reunirán en las próximas dos semanas para llegar a un acuerdo en cuanto a la promoción de este recorrido, según el regidor baionés, Jesús Vázquez Almuiña.
A día de hoy, la situación oficial del camino monacal no está nada clara. En septiembre la Xunta reclamaba más documentación para oficializarlo. Todo apunta a que esto sigue de la misma manera.
El año 2010 vivió fue el último año santo, que volverá a tener lugar en 2021. «En aquella ocasión, los alcaldes (excepto Abel Caballero, alcalde de Vigo) se comprometían a fomentar el camino por la costa», asegura Luis Martínez de Freixo. Esta semana el concello de Baiona ha vuelto a pintar las señales que marcan el rumbo de la senda sagrada en el tramo del municipio. Además de repasar las flechas amarillas del suelo, la concejalía dirigida por Ángel Rodal ha pintado la concha de vieira al lado de cada una de ellas. Sin embargo, los bloques con la archiconocida vieira estampada en mosaico con la dirección a la que seguir todavía no están instaladas. Mientras los peregrinos descubren este itinerario, en los ayuntamientos el siguiente movimiento todavía está por llegar.
Albergue A Guarda: 36 camas
Albergue Aguncheiro: 78 camas
Albergue Damas Apostólicas: 77 camas
Refugio de O Freixo: 8 camas
Albergue de Redondela: 34 camas