La Guardia Civil identifica al empleado de una empresa
26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La Guardia Civil ha esclarecido la sucesión de extraños robos que venía sufriendo una empresa de A Guarda desde hace meses. Al parecer tenían el enemigo en casa ya que uno de los dos investigados por la sustracción de casi 24.000 kilos de plomo y más de 800 de cobre es un empleado de la firma afectada.
Se trata de una industria del sector de la metalurgia que vio cómo desde principios de año mermaba misteriosamente la materia prima y, además de sufrir las pérdidas, tenían que reponerla para poder seguir trabajando. La denuncia se puso el pasado día 17 y las pesquisas de la Guardia Civil han culminado esta semana con dos personas investigadas como supuestas autoras de la sustracción de todo este metal de la empresa, confirmaron desde la Comandancia de Pontevedra.
Desde la firma afectada solo se confirman los hechos. Explican que «el daño económico ronda los 100.000 euros porque al importe de las pérdidas por el robo hay que sumar el de reponer tanto el plomo como el cobre ya que hubo que seguir haciendo frente a los pedidos. O sea, volver a comprarlos para no incumplir con los trabajos».
Los hurtos se produjeron en distintos días a lo largo de varias semanas para evitar que se notara demasiado la desaparición de la mercancía. La investigación considera que los materiales se sacaban de la empresa a partir de las ocho de la tarde, cuando ya se habían marchado los demás trabajadores. Todo apunta a que el empleado facilitaba el acceso a la misma de su cómplice para poder hacerse con la mercancía y desparecer del lugar sin dejar rastro. Sin embargo, fueron las cámaras de seguridad de la empresa la que ayudaron a resolver la incógnita.
Se desconoce el destino final de la mercancía sustraída ya que la venta de metales a cualquier empresa tiene que quedar registrada. Aun así, el precio en el mercado negro estaría muy por debajo de su cotización real ya que el cobre que maneja este tipo de industrias de la metalurgia es importado y alcanza los 12 euros el kilo. Sin embargo, en la calle no superaría los 4 pese a estar nuevo. El valor del plomo es muy inferior al del cobre aunque también el volumen de lo sustraído se dispara. Se cotiza a unos 1,65 euros el kilo así que, como mínimo la empresa perdió 40.000 euros en plomo. Se investiga el hurto de otros metales.