El último ferri vuelve al Miño

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

A GUARDA

Oscar Vazquez

Tras un año en dique seco, el transbordador reanudó ayer el servicio

02 jul 2015 . Actualizado a las 15:25 h.

El único ferri del tramo internacional volvió a surcar ayer la desembocadura del Miño tras un año en dique seco. La acumulación de arenas en el canal de navegación de la parte lusa obligó primero a restringir el servicio y luego a paralizarlo. Desde abril del año pasado solo cruzó el Miño durante un fin de semana de abril, por lo que, pese a los compromisos del gobierno local de Caminha, todo apuntaba a que el viaje que realizó ese 7 de abril podría haber sido el último.

Sin embargo, Caminha botó ayer de nuevo el Santa Rita de Cassia y la emblemática embarcación pudo realizar sin problemas los once viajes de ida y vuelta diarios que conforman su agenda a partir de ahora. «La reanudación del servicio es una gran satisfacción, los vecinos de las dos riberas deseaban que el ferri volviera porque es una necesidad real de comunicación», indicó el alcalde, Antonio Lomba.

El fantasma de su jubilación forzosa sigue ahí, porque su futuro depende de poder hacer un dragado de todo el canal de navegación que no pueden afrontar los dos municipios. Lomba aseguró que «seguiremos peleando hasta el último día y ante todas las administraciones para conseguir la financiación de este dragado porque el ferri es fundamental para la economía local de las dos poblaciones y también del Camiño de Santiago». Tener el ferri activo es especialmente relevante de cara al fin de semana ya que A Guarda celebra la principal fiesta gastronómica de la comarca y muchos de los comensales de la Fiesta de la Langosta proceden de Portugal.

Portugal ha invertido 86.000 euros en liberar su puerto de los 19.000 metros cúbicos de arena acumulados en el lecho del río que le separa de Galicia. Fangos que imposibilitaban el atraque del barco, una situación que obligó a parar la nave hasta que concluyeran los trabajos de este dragado parcial. El mantenimiento del barco y del pantalán, que permite el desembarco en la orilla supone un coste anual de 38.000 euros.

El último dragado del Miño se realizó en diciembre del 2011 y, hasta la fecha, todos los ministerios han echado balones fuera. El gasto ronda los 2 millones de euros y el principal coste es el de transportar los áridos extraídos que, además, según confirmó recientemente el Ministerio de Medio Ambiente, no son válidos para regenerar ninguna playa. En Portugal ya estaba prohibida esta práctica hace años cuando sí se regeneraron playas gallegas con arenas del Miño.

El ferri hará la primera salida a las 9 de la mañana desde Caminha y la última a las 21.00 horas. A las 14.00 horas no hay.