Fueron realizados el fotógrafo local Joaquín García Portela y estaban en un fallado. Su digitalización resulta muy cara
08 abr 2015 . Actualizado a las 04:00 h.El Proxecto Socheo ha localizado una serie de películas sobre A Guarda realizadas en los años treinta por el fotógrafo local Joaquín García Portela, Costiña. El tesoro audiovisual, que fue hallado por dos nietas del fotógrafo durante una limpiezas de un desván, consiste en una caja con ocho rollos de película en el formato 9,5 mm de la casa Pathé. La mitad de las películas son comerciales, con presencia de noticiarios, comedias y religiosos, mientras que el resto recogen escenas de ámbito familiar con muchas filmaciones que reflejan la vida de A Guarda durante los años de la Segunda República.
A finales de la década de los años veinte varios fotógrafos gallegos adquirieron el proyector para hacer sesiones de cine comercial o privado. Joaquín García Portela también compró un proyector y una cámara con la que hizo filmes familiares durante los primeros años de los años treinta.
Proxecto Socheo se puso en contacto con el Centro Galego das Artes da Imaxe para estudiar una posible digitalización, pero la singularidad del soporte cinematográfico (9,5 mm) hace imposible su digitalización en Galicia. Los responsables del proyecto pidieron presupuesto a un laboratorio de Madrid, resultando inasumible para la filmoteca gallega.
Proxecto Socheo, que trata de recuperar e inventariar las imágenes antiguas de O Baixo Miño, hace un llamamiento a las instituciones locales y entidades privadas para poder cubrir los gastos. Según Xurxo González, director de Proxecto Socheo, «sería unha mágoa que o Concello da Guarda, a Deputación de Pontevedra, Confraría, ORPAGU ou comisións de festas non fixeran nada para poñer en valor este patrimonio cinematográfico que di moitísimo do noso pasado».
Joaquín García Portela vivió entre 1894 y 1957. Entró en el mundo de la fotografía de la mano del estudio fotográfico guardés Casa Táboas. Emigró a Argentina donde perfeccionó su técnica fotográfica. A mediados de la década de los veinte regresó a A Guarda y combinó su trabajo de fotógrafo con el de técnico de radio, chófer y proyeccionista de cine.