El Cunqueiro estrena una cirugía para desatascar arterias con obstrucción grave

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

CEDIDA

La técnica quirúrgica permite colocar un «stent» en la pierna sin tener que abrirla, a través de una mínima incisión en la ingle

21 jun 2018 . Actualizado a las 15:43 h.

Una nueva técnica quirúrgica podrá beneficiar a las personas con las arterias de las piernas más obstruidas, una circunstancia que les impide caminar unos pocos metros sin detenerse. El servicio de angiología y cirugía vascular del Hospital Álvaro Cunqueiro ha empezado a operar a estos enfermos de patología arterial isquémica grave con unos nuevos stents, unos tubos que se expanden dentro de la arteria para permitir que la sangre circule. «Son diferentes a los convencionales, más fuertes, y permiten desatascar arterias que estaban totalmente obstruidas, que vuelvan a tener flujo», explica el jefe del servicio, José Manuel Encisa.

Hasta ahora, los stents convencionales duraban menos y, en ocasiones, no podían hacer nada más que un baipás, una cirugía mucho más agresiva, que obligaba a abrir toda la pierna. Ahora, con un pinchazo en la ingle y en la rodilla, ya es posible recuperar la circulación.

Los seis primeros casos se hicieron esta misma semana, gracias a un curso de formación con el doctor Mariano Palena, del Policlínico Abano Terme, de Padua (Italia). En dos días operaron estos primeros casos, ante especialistas de Povisa, Pontevedra, Ourense y Santiago, que aprovecharon la iniciativa del servicio de vascular del Chuvi para formarse.

José Manuel Encisa confía en que esta técnica se convierta en algo habitual en los quirófanos del Cunqueiro. No para todos los días pero sí para practicarla con cierta asiduidad. El jefe de servicio calcula que podrán intervenir a medio centenar de pacientes con estos nuevos stents. «No los vamos a usar en todos los pacientes, solamente en los que tengan obstrucciones más severas. Para los demás se utilizarán otros stents o el baipás», explica. En los casos más graves, la sangre no circula, se forman úlceras y los dedos se ponen negros.

Los cirujanos solo se lanzaron a implantar esta técnica cuando dispusieron de un quirófano híbrido en el Álvaro Cunqueiro, el primero de Galicia. Se trata de una sala de operaciones convencional a la que, además, se le añade un arco de radiología para tomar imágenes de alta definición en tiempo real. Gracias a esta precisión, los cirujanos pueden operar sin riesgos. El híbrido funciona desde el mes de octubre. Hasta el 15 de junio había hecho 507 intervenciones quirúrgicas, según los datos oficiales registrados por el Sergas.

Más allá del quirófano

Pero conviene tener claro que la cirugía no es la panacea. O, al menos, que no es una solución ideal que deje al paciente sin ningún problema. La obstrucción de las arterias suele darse en gente con unos factores de riesgo muy claros: la diabetes, el colesterol «y sobre todo el tabaco», advierte Jose Encisa. Esto significa que, después de pasar por quirófano, el paciente podrá hacer una vida mejor de la que tenía hasta entonces. Pero también significa que su evolución futura y, por tanto, los beneficios logrados por la operación, van a estar en función de lo que haga el paciente. Es decir, si un fumador al que operan sigue fumando no tendrá la misma calidad de vida que si abandona el tabaco.