Impulsor del eslalon en toda la Península

Antía Davila Pérez VIGO

VIGO

cedida

Freiría sentó las bases del eslalon de aguas bravas en Galicia y extendió su método a España y Portugal

24 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace ya más de 30 años que Manuel Freiría comenzó en el piragüismo «bajando ríos con unos amigos», según explica. Hoy en día no es solo presidente del club Tea, sino un reputado técnico tanto en la Federación Española como en la portuguesa. Sin embargo, él sostiene que acabó dedicándose a este deporte por casualidad: «Yo he llegado aquí por afición», asegura. Aunque también reconoce que sus méritos personales «tuvieron mucho que ver». No son muchos los podios que ha pisado el presidente del Tea, pero fue pionero en la disciplina.

Freiría impulsó el eslalon de aguas bravas a nivel gallego y nacional: «Un día en el 2002 llegué a la federación y pregunté por qué no había eslalon en la comunidad, pero no me dieron respuestas. Les dije que me gustaría impulsarlo y me contestaron que hiciera lo que me diera la gana, que dinero no me daban», dice divertido. Y eso hizo. «Con unos amigos y unas piraguas que teníamos, empezamos a dar cursos de iniciación, a enseñar a otros clubes. También organizamos algunas competiciones». Entonces su proyecto creció, y en el 2006 comenzó a trabajar en la Federación Española, consiguiendo aumentar las entidades dedicadas al eslalon de cuatro a diecisiete en tan solo tres temporadas. «Estoy orgullosísimo», afirma el entrenador.

Su plan de desarrollo del eslalon en España llamó la atención de los vecinos lusos, que en el 2010 decidieron contratarle para llevar a cabo el mismo proyecto en Portugal. Ahora es seleccionador en la federación lusa y asiste a los equipos júnior y sub-23 en las competiciones, aunque no deja de lado el Tea. «El club es mi día a día», dice.

El Piragüismo Tea cuenta con más de tres décadas de historia a sus espaldas y en los últimos once Manuel ha formado parte de ella. «La entidad nació en Mondariz Balneario como parte de una iniciativa para fomentar el turismo en la localidad, pero ya en el 84, gracias a los hermanos González Avión, se fundó como club puramente de competición en la modalidad de aguas tranquilas», explica Freiría. «A partir del 2003 se inicia la actividad dentro de las aguas bravas y del eslalon y ahora, en el club solo se practica eslalon de aguas bravas». Puede parecer que el Tea es un club pequeño, con tres entrenadores y menos de 30 alumnos, pero es el único con capacidad para organizar un nacional en Galicia «siempre que el río nos deje», afirma el técnico.

En sus once años en el club, Freiría ha visto crecer a generaciones de piragüistas: «Empiezo a entrenar a mis alumnos cuando son niños y los acompaño hasta que llegan a sénior». Es el caso de Axel Afonso, uno de los mejor situados en la categoría sub 23, que se encuentra dentro de los 10 primeros de España, según explica Manuel. El entrenador se siente muy orgulloso de su alumno, aunque lo que más le satisface es «que no ha dejado de lado sus estudios para dedicarse solamente al deporte». Freiría busca en sus deportistas un «proyecto de vida, más que un proyecto deportivo. Aquellos que, además de remar, estudian, tienen más valor», asegura el también presidente del Tea.

Proyectos más que títulos

El presidente del Tea no se centra en los títulos: «Yo enseño a mis alumnos que ganar es una consecuencia del trabajo que haces, pero la satisfacción de un buen campeonato se acaba cuando te dan la medalla. En ese momento empiezas a pensar en la siguiente». Por ese motivo, las competiciones no son lo primero. «Lo más importante es el proyecto que quieras crear, y el tipo de deportista que quieras formar», indica el alma máter.

En su caso, persigue que los niños a los que entrena aprendan, «que nunca tienen que personalizar la rivalidad, un deportista es, ante todo, un compañero». Y es que aunque Freiría afirma que el piragüismo es un deporte individual, «no puedes practicarlo solo, necesitas a tus compañeros para tener seguridad, para que te ayuden cuando lo necesitas».