Alumnos de Panxón gestionan su restaurante para pagarse un viaje

alejandro martínez NIGRÁN / LA VOZ

VIGO

M. Moralejo / Alejandro Martínez

El centro de educación especial adelantó dinero para material y ya lo han devuelto

03 jun 2017 . Actualizado a las 21:46 h.

Los alumnos del colegio de educación especial de Panxón han gestionado su propio restaurante en el centro y, con el dinero que han ganado, se han costeado el viaje de fin de curso a Madrid y además les ha sobrado para hacer una excursión a las Cíes.

Esta experiencia, que ha resultado muy enriquecedora tanto para la veintena de estudiantes matriculados como para el profesorado, se integra dentro del Programa Piteas, un plan promovido por la Fundación Barrié, en colaboración con la Xunta y la participación de la Universidad de Santiago de Compostela.

Ayer prepararon una de sus últimas cenas, esta vez para los responsables de esta iniciativa cuatrienal que tiene el objetivo de potenciar el talento en las aulas. Una catedrática de la Universidad de Connecticut, que ha dirigido la metodología empleada, fue una de las invitadas, junto con miembros de la Universidad de Santiago y de la Consellería de Educación.

La experiencia ha sido todo un éxito, a juzgar por los comentarios de los comensales que han participado en los encuentros gastronómicos a lo largo del curso. Ha sido como ir a un restaurante de verdad, con una atención muy esmerada, pero con la diferencia de que no cobraban un precio, sino donativos en sobres cerrados que posteriormente ingresaban en el banco. Todas las plazas quedaron cubiertas tras abrir las inscripciones en un blog. Las cenas tenían el aliciente de que muchos productos procedían de la huerta del colegio.

El director, Rafael Lores, señala que el proyecto ha sido muy pedagógico porque se ha basado en una experiencia real en la que han contado con la colaboración de profesionales.

La idea surgió a raíz de la necesidad de llevar acabo un aprendizaje mediante una práctica real en un centro donde siempre se quedan sin excursiones por falta de recursos. «Cubriendo una necesidad con una nueva metodología, salió la idea de montar un restaurante con una atención a un público real y recaudando un dinero de verdad para pagar el viaje», comenta.

La orientadora Betina Represas afirma que la experiencia fue muy positiva. «Actuaron con mucha responsabilidad e implicación. Teníamos muchas expectativas, pero los resultados los han superado ampliamente», afirma.

Los alumnos también han disfrutado mucho con esta actividad. Yaiza, un de las alumnas manifestaba que «hemos sido un equipo todos. En el el momento en el que hemos estado aquí todo fluía y te sentías relajada. Un equipo no se consigue de la noche a la mañana. Hemos tenido que trabajar mucho y estoy muy agradecida».

Financiación

Como toda idea de negocio requiere una financiación, lo primero que hicieron fue acudir al banco para consultar las posibilidades de obtener un crédito para poder ponerlo en marcha. Finalmente, fue el propio centro el que les adelantó 1.500 euros que fueron invertidos en la compra de diverso material de restauración para poder ponerse manos a la obra. A punto de acabar el curso, ya han conseguido devolver esta cantidad y de cumplir su objetivo de disfrutar de un gran viaje de fin de curso con todos los gastos pagados. Esa ha sido la recompensa a muchos meses de esfuerzo y de trabajo en equipo.

Los propios alumnos se encargaron de gestionar todas las funciones que hay que desempeñar en el comedor. Había estudiantes dedicados a la atención en el comedor, al servicio de las mesas, mientras que el personal de cocina emplataba en las propias instalaciones del colegio.

La diversión y el entretenimiento estuvieron además garantizados por las charlas y experimentos científicos que los alumnos han mostrado a los comensales en todas las veladas. El proyecto del restaurante les ha servido para aprender muchas cosas. Ha sido el pretexto para tocar otras materias de historia, ciencias o matemáticas, entre otras. Toda la actividad escolar ha girado a lo largo de este curso en torno al proyecto del restaurante.

La mayor parte de las verduras que han cocinado procede del huerto del colegio