Caballero avisa a Mouriño: «La reforma de Balaídos sigue»

L. G. C. VIGO / LA VOZ

VIGO

XOAN CARLOS GIL

Defiende las obras para dotar al Celta de un estadio «excepcional»

11 abr 2017 . Actualizado a las 12:46 h.

Caballero no habla, pero lo dice todo. La reforma para el estadio de Balaídos no se va a alterar por el anuncio de Carlos Mouriño de que el Celta abandone Vigo. Al alcalde se le preguntó ayer si el plan previsto para reformar el campo sufrirá alguna alteración, y la respuesta del regidor fue contundente: «¿Por qué va a cambiar?», si se trata de una «reforma excepcional».

El pasado sábado, casi 36 horas después de que Mouriño dejase caer su bomba, Abel Caballero se pronunció. Lo hizo a través de un comunicado oficial en el que posponía hasta final de temporada cualquier respuesta al envite del presidente del Celta alegando que ahora lo importante es lo deportivo. Ayer, sin embargo, durante la visita a los trabajos de humanización de la calle Aragón el regidor dejó caer que el Concello pretende continuar la reforma que prevista. «¿Dónde vieron un estadio que está quedando como el de Vigo? 32 millones aportados desde lo público para un estadio excepcional, donde juega el mejor equipo del mundo, que es el Celta», enfatizó el regidor haciendo gala una vez más de su celtismo.

Aunque Caballero acostumbra a ser más explícito con sus declaraciones, con todo lo que se refiere al Celta ha apostado por la cautela y un perfil bajo, lejos de lo que acostumbra. No así los grupos políticos, que se han mostrado más tajantes. Ciudadanos Vigo, que no cuenta con representación municipal, sorprendió al posicionarse a favor de la venta del estadio, siendo el único partido en apoyar la venta del estadio. La agrupación hizo un llamamiento al diálogo entre Concello y club al tiempo que se mostró partidario de la venta, algo que con la ley en la mano es imposible. «Ciudadanos Vigo no considera que el estadio de Balaídos sea un bien público esencial ni que preste un servicio público esencial, por lo que considera que este puede ser desafectado y vendido al Real Club Celta de Vigo, siempre y cuando se cumplan escrupulosamente todos los trámites y requisitos que la legislación establece».

A ojos de Ciudadanos, fijar un precio de venta en base a informes técnicos de expertos urbanísticos del Concello, Intervención y tres tasadoras independientes sería adecuado, a cambio de «exigir una fuerte inversión en humanización y nuevas instalaciones deportivas, así como un firme compromiso de permanencia o de prohibición de venta futura».

Frente al sí de Ciudadanos a la venta, Unión Progreso y Democracia, que tampoco tiene representación en la corporación, considera que la decisión de Mouriño es «un chantaje intolerable no solo al alcalde, sino a todos los vigueses y a la afición». Al entender de su coordinador en Galicia Javier Lojo, «parece que no le llega con la reforma del estadio, pagada con dinero público, ni con la oferta de una concesión administrativa. La estrategia de Mouriño deja claro el interés en construir un estadio para luego vender el club» y así dejar «huérfanos» a los fieles aficionados. UPYD reclama prudencia a Mouriño y talante a Caballero para llegar a acuerdos.