Juzgan a una familia por ceder fincas para eludir el pago de una deuda bancaria

VIGO

E.V.Pita

El juicio comenzó esta mañana en la quinta sección de la Audiencia por una supuesta insolvencia punible y estafa agravada

29 mar 2017 . Actualizado a las 11:36 h.

Dos matrimonios se enfrentan a siete años de cárcel por, supuestamente, los maridos ceder a sus respectivas esposas sus propias fincas con las que avalaron un préstamo de 330.000 euros de Caja España para simular insolvencia y librarse de pagar la deuda. Dirigían la comercializadora de pescado Lalandi, que entró en concurso después de concertar en el 2005 una póliza de préstamo para financiar operaciones de crédito exterior. La cesión de bienes o compraventa no fue inscrita en el Registro de la Propiedad y el fiscal cree que lo hicieron para engañar al banco y hacerle creer que todavía tenían bienes.

La Fiscalía les acusa de una supuesta insolvencia punible y de estafa agravada. El juicio ha empezado esta la mañana en la quinta sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.

Uno de los administradores, H.B.F., explicó en el juicio que los socios se plantearon en el 2008 una refinanciación de la póliza de 400.000 euros adeudada para pagar una cantidad inferior. A la hora de contratar, firmó una declaración personal de bienes, entre ellos un chalé y una finca en Gondomar. «No fui consciente de lo que estaba firmando, no me acuerdo, esas tierras no eran mías. Yo firmaba una cantidad enorme de papeles todos los días», dijo el principal acusado. 

Este señala que le vendió esa finca a su esposa por 21.000 euros entregados en mano. Ella había logrado ese dinero de la venta de un piso en Vigo. Otra casa que le vendió a su esposa fue en Beade, cuya titularidad tenía repartida al 50 % con su mujer. Además, contaba con una nave en propiedad en el puerto.

En el 2008, la empresa entró en dificultades económicas y entró en concurso de acreedores pero no aconsejó a su mujer inscribir las compraventas en el registro de la propiedad «porque pensé que eso ya estaba hecho».

La defensa de una de las esposas alega que «no sabía nada» y que le acusaron de estafa agravada sin haber tenido tiempo a defenderse.