Doblete para poner fin al calvario

La Voz VIGO

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M.MORALEJO

Tras pasar varios meses parado, volver y recaer, el jugador del Choco Diego Silva recupera su mejor versión con goles

28 mar 2017 . Actualizado a las 20:59 h.

Diego Silva está de vuelta. «Nunca había sufrido una lesión como esta. ¡Y eso que ya tengo 30 años!», cuenta el delantero del Choco. Aquejado de una pubalgia, admite haberlo pasado mal, recaída incluida cuando parecía que se reencontraba con su mejor versión tras más de medio año parado. Ahora los dos goles que anotó el pasado fin de semana frente al Alondras, su primer doblete del curso, le dan el plus de confianza que necesitaba. Sobre todo porque sirvió para dar al conjunto redondelano tres puntos que pueden ser claves para la salvación.

«La pubalgia viene de la temporada pasada. La terminé como pude, pero ya no estaba bien y este año no me pude incorporar a los entrenamientos hasta diciembre», recuerda el jugador. Después de «cuatro o cinco partidos» se vio obligado a parar otro mes. «Me vino completamente por sorpresa y no lo llevé bien. Es una lesión fastidiada, que un viernes estás entrenando bien y llega el lunes y no te mueves», describe.

Tras un calvario que se prolongó durante mucho más tiempo del que esperaba, el doblete del domingo frente al Alondras le ha sentado como agua de mayo. «Me viene muy bien sobre todo por el momento en el que llega, en el tramo más importante de la temporada en el que espero poder ayudar al máximo al equipo para conseguir una salvación en la que todos creemos», indica Silva.

Si se comparan con hace un año, el Choco y el Silva de entonces y los de ahora no tienen mucho que ver. Aquel equipo acabaría clasificado para el play-off de ascenso por segundo año consecutivo y Silva formaba la pareja de goleadores de moda de la categoría con Hugo Sanmartín, actualmente futbolista del Coruxo. Su marcha y la lesión de Silva pasaron factura al equipo de Marcos Montes. «Empezamos mal, pero creo que llevamos haciendo un buen fútbol todo el año y que nos faltó una pizca de suerte», analiza el atacante. Pone el foco también en las marchas de Fernando y Yago -esta última en invierno-, aparte de la de Sanmartín, pero también recuerda que el objetivo real del Choco siempre ha sido la permanencia y que esta temporada les ha llevado a reencontrarse con esa realidad.

«Las dos últimas temporadas no eran lo normal para nosotros. Lo dijimos siempre. Lo raro era estar ahí arriba todo el año», reflexiona Silva. Por eso no les ha costado asumir que en esta ocasión solo tocaba mirar hacia abajo. «No es que ahora estemos convencidos de que vamos a sacarlo adelante, es que lo estuvimos siempre. Sí que es verdad que después de algún partido te ves más hundido, pero nunca dejamos de creer», señala.

En lo que va de temporada, admite Diego, cada victoria y cada punto han sido importantes. Pero si hay un triunfo que cree que puede ser clave de cara a seguir en Tercera un año más es el de la semana pasada al que contribuyó con su doblete: «Veníamos de una derrota dura frente al Céltiga y nos enfrentábamos a un rival directo, un equipo en problemas como nosotros. Poder ganar al Alondras fue un bálsamo, porque además les tenemos el golaveraje ganado a ellos y al Ribadumia», recuerda.

Ahora el equipo tiene por delante lo que el jugador califica como «siete finales». Cree que en teoría tienen un calendario asequible, pero el matiz de que eso es sobre el papel es importante. «Hay que afrontar cada partido como si fuera el último. Está todo igualadísimo y nunca sabes qué rival te puede ganar. Tenemos siete u ocho equipos en cuatro o cinco puntos y aún queda mucho por delante». Cifra la salvación en «unos 49 o 50 puntos» -ahora tienen 40 y cuatro sobre el descenso- que no tiene dudas de que alcanzarán.

Por su parte, Silva se encuentra en pleno proceso para recuperar sensaciones. Tras una recaída, y pese a la satisfacción por el reencuentro doble con la portería, no se confía. «Siempre juegas con un poco de miedo a que te vuelva a pasar. Pero intento trabajar mucho la zona y el preparador físico me dice que no tiene por qué suceder. Quiero ayudar al equipo a conseguir la salvación y lo vamos a lograr seguro».