Intervenidos 1.200 kilos de pepino de mar en O Morrazo y desarticulado un entramado comercial

La Voz

VIGO

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Este equinodermo es muy cotizado en el mercado asiático por sus supuestas propiedades afrodisíacas y sus usos médicos

09 mar 2017 . Actualizado a las 11:36 h.

La Guardia Civil ha incautado 1.200 kilos de pepino de mar y desarticulado un entramado comercial que se dedicaba a su venta, elaboración y exportación. Este producto se cotiza mucho en el mercado asiático por sus supuestas propiedades afrodisíacas y su uso para tratamientos médicos. 

El personal del servicio de Seprona de Vigo inició la investigación en octubre, cuando llega la sospecha de que se está descargando material del sur de Portugal, donde está prohibida su captura. Una vez aquí se mezclaba con mercancía de los barcos de O Morrazo, donde se elaboraba y se llevaba a Estados Unidos, desde donde se vendía al mercado chino. 

Los implicados usaban la merma de peso que sufre el pepino durante su proceso de elaboración, al que tiene que ser necesariamente sometido para su comercio, para introducir el extranjero. La cuota actual en O Morrazo, la única zona de la provincia con plan de extracción autorizado, es de cien kilos diarios por barco. Como al tratarlo se reducía de peso un 75% el resto se completaba con producto luso, por lo que las cifras de documentación y facturación parecían correctas, cuando en realidad se exportaba un 75% de producto portugués. 

Las investigaciones del Seprona los llevaron hasta una nave en el municipio de Meira, dedicada a la transformación de productos de pescado. Allí se distribuía el pepino de mar después de su evisceración, limpieza, salazón y congelación. Para la operación contaron con el apoyo técnico de los inspectores del Servicio de Sanidad de la Xunta de Galicia y más concretamente del Servicio de Control de Riesgos Industriales, el Seprona llevó a cabo una exhaustiva inspección de la nave, dando como resultado la inmovilización de 1.220 Kgrs., de pepino de mar por no acreditar el responsable de la empresa el origen y trazabilidad del producto intervenido.

El Seprona también procedió a la detención de la persona que había adquirido la mercancía, B.V.E. de 27 años y vecina de Moaña, y también se investiga a su pareja, H.E.A. de 30, como principales responsables. 

A los dos se les acusa de sendos delitos de falsificación de documento mercantil y usurpación de estado civil, de los que entiende el Juzgado de Instrucción de Cangas. Al parecer, estas dos personas gestionaban su actividad comercial con el nombre, e incluso con la firma, del titular de otra empresa que estaba habilitada para la importación y exportación de productos procedentes del mar.

En el marco de la misma investigación y a raíz de la inspección que se realizó en la nave, se detectaron una serie de irregularidades, todas ellas denunciadas por vía administrativa, relacionadas con la normativa de residuos y vertidos, el etiquetado de la mercancía, riesgos laborales, derechos de los trabajadores y la gestión de subproductos animales no destinados al consumo humano (Sandach).