Venció 2-1 al Izarra con goles de dos defensas
20 feb 2017 . Actualizado a las 08:33 h.Enfrentarse al Izarra es una labor de picapedrero. La defensa es lo que define al equipo navarro, y ayer en O Vao hizo gala de ello. Al menos, en la primera parte. Sin embargo, el fútbol en esta ocasión quiso premiar al que más propuso y dos defensores verdes, Campillo y Alberto García, se encargaron de remontar el partido para que el Coruxo se llevase la victoria 2-1.
Los primeros cuarenta minutos en la matinal de O Vao fueron accesorios. El Coruxo quiso proponer y el Izarra se empeñó en defender. Así las cosas, para los de Rafa Sáez ?que optó por reservar para la segunda parte a jugones como Mateo y Pedro? fue una tortura intentar romper las dos líneas de cuatro que organizaba el Izarra, cuyo único objetivo, más allá de no encajar, era intentar pescar algún contragolpe o hacer sangre a balón parado.
A los de O Vao, con un Österholm que presumió de movilidad y esfuerzo, les faltaba último pase. Llegaban a la línea de tres cuartos pero en los últimos metros no eran capaces de abrir grietas. Un remate de Campillo desde el segundo palo que se fue desviado y una falta botada por Antón que se marchó por un metro fueron las amenazas locales hasta que el partido enfiló el final del primer acto. Entonces, todo se revolucionó. Primero Pablo, de lo mejor de los verdes, se inventó un jugadón con un disparo bajo desde la izquierda que detuvo Aitor, y con el tiempo reglamentario cumplido el Izarra tuvo la mejor del primer tiempo. Pito fallaba un mano a mano con Alberto cuando tenía todo a favor.
Cambia la decoración
El conservadurismo de la primera mitad se esfumó nada más arrancar el segundo tiempo. De repente, el Izarra adelantó líneas e intentó jugar de tú a tú con un Coruxo también más entonado. Rafa Sáez consideró que era hora de meter savia nueva en el terreno de juego y Mateo, Pedro y Pibe pusieron una marcha más.
Cuando parecía que el partido caería de maduro, llegó el gol visitante. Corría el minuto 70. El Izarra disponía de una falta indirecta desde 30 metros que Maestresalas encaminó a portería. Fue un obús imparable para los verdes, que a renglón seguido vieron cómo Alberto y el travesaño evitaban el segundo. Incluso Hinojosa miró a portería mientras el Coruxo intentaba reponerse.
Y la reacción llegó desde la defensa. A falta de seis minutos para el tiempo reglamentario, Pablo García centró el balón desde la izquierda, Mateo remató, pero el portero Aitor rechazó el balón, que quedó en el área para que Campillo lo enviase al fondo de la red y pusiese el empate. El Izarrra reaccionó con una carrera de Pito que, solo ante el portero, acabó disparando fuera. Mateo lo intentó para el Coruxo, sin éxito, y en el 93 Alberto García, el central, se hacía con el balón rechazado en el área y ponía el 2-1. Incluso salvó en la línea de gol el último empujón navarro. Todo lo bueno, se concentró al final.