Un perito dice que había síntomas de isquemia en la pierna de Desirée Vila

E.V.Pita VIGO

VIGO

M.MORALEJO

«Si ves un bote con asas es una jarra. Había que actuar rápido», sentenció un doctor

17 ene 2017 . Actualizado a las 17:10 h.

La segunda jornada del juicio por la mala praxis al amputar la pierna de la gimnasta Desirée Vila se ha centrado hoy en el interrogatorio al médico de guardia, así como a peritos y doctores.

El primero en declarar fue el médico de guardia que atendió a la accidentada. Confirmó que la joven presentaba un gran edema en la rodilla y que hubo momentos en los que el medidor de pulsaciones y de oxigenación en los dedos de pie dio valores de 55, una tasa muy baja.

Uno de los peritos fue muy claro al señalar que el doctor acusado tenía que haber actuado al ver los síntomas de baja de pulso y disminución de la sensibilidad en la paciente los primeros días después de ser hospitalizada. «Consta en los informes, si ves un bote con unas asas es una jarra, hay que actuar rápido. No puedes esperar a que se obstruya la arteria porque sería ya tarde», indicó el perito.

Esperas

Dos médicas forenses del Imelga de Vigo explicaron al fiscal que «si hay sospechas de obstrucción de la arteria, hay un riesgo importante». Consideran que siete horas de espera para hacer la prueba de angiotac «es excesivo» y aguardar varias horas al traslado al Hospital Povisa «tampoco fue adecuado». Sostienen que la práctica del cirujano vascular de Povisa fue «correcta».

Añaden que las mediciones de pulso en el pie de la paciente dieron valores de oxigenación del 88% y 53%, «lo que nos indica que hay un compromiso circulatorio». Y recuerdan que en el angiotac se «ve claro» que hay trombosis en la pierna y piensan que habría que actuar «sin demora». Sostienen que se tenía que haber hecho una prueba complementaria para descartar complicaciones circulatorias, un proceso que consideran de «degeneración progresiva».

Las forenses ven «inexcusable» que no se hiciesen estas pruebas en los primeros días de cura para descartar la lesión vascular o aclarar si la causa era un síndrome compartimental u otra razón.«La circulación era precaria y solo siente un meñique pero no tiene pulsopedio. Deberían haber agotado las pruebas complementaria para saber por qué no se restableció esa circulación. Se tenía que haber hecho el angiotac inmediatamente», indicó una médica forense.

 Sin embargo, un traumatólogo que declaró en tercer lugar consideró que la isquemia no podría ser tan grave pues, pasadas 88 horas del ingreso de la paciente, aún no había señales de gangrena o toxinas. Por eso, cree que la observación que el médico estaba haciendo en el hospital era correcta porque parece evidente que la afectada tenía riego sanguíneo. Estuvo de acuerdo en que fuera trasladada a Povisa para estudiar una posible lesión vascular pero dejó caer que quizás la situación no era tan grave.