Caballero cuestiona la ubicación del hospital y dice que prefería mantener el Xeral

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

VIGO

El propio alcalde validó la construcción del Cunqueiro en Beade, ya que el Plan Xeral que él impulsó lo situaba allí

31 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Al alcalde de Vigo no le gusta dónde está ubicado el Hospital Álvaro Cunqueiro. Está tan lejos, alegó ayer, que hay que pagar a Vitrasa para que lleve autobuses. Concretamente, las cuatro líneas que conectan la ciudad con el hospital de Beade cuestan al Concello 400.000 euros anuales. «La ubicación del hospital es un inmenso error, por el tiempo que se emplea en cubrir la distancia y por las vías de acceso existentes», dijo Abel Caballero.

La decisión sobre dónde se ubicaría el nuevo hospital de Vigo la tomó el gobierno bipartito que presidía Emilio Pérez Touriño. Quedó sellada definitivamente en el año 2006 en un convenio que firmó la entonces alcaldesa Corina Porro con las conselleiras de Sanidade y Política Territorial. Esta última era María José Caride, que hoy es la concejala de Urbanismo en el gabinete de Caballero.

Mucho tuvo que ver en la gestación del proyecto otro concejal del gobierno local. Cayetano Rodríguez Escudero, que lleva el área de Cultura, fue el gerente del Sergas que impulsó el proyecto para que Vigo contase con un hospital nuevo, la mayoría en la parroquia de Beade y una pequeña porción en la de Valladares. Bajo su mandato un concurso seleccionó el proyecto de hospital con seis velas que diseñó el estudio de arquitectura francés Valode & Pistre.

Pero ya no se trata solo de que dos de los ahora ediles del gobierno municipal impulsasen, desde sus cometidos, la construcción del nuevo hospital en Beade. El propio alcalde lo hizo. Por un lado, Caballero validó el plan de incidencia supramunicipal, que fue la normativa urbanística que permitió desarrollar el hospital y ejecutar sus expropiaciones. Por otro, en abril del 2008 constituyó una comisión con el Sergas para hacer un seguimiento de las obras.

Pero lo más importante en la actuación del alcalde es el Plan Xeral de Ordenación Municipal, que impulsó el propio Caballero. El pleno de la corporación de Vigo aprobó el PXOM en diciembre del 2007, bajo la presidencia del socialista. El documento urbanístico, que hace un año anuló el Supremo, solo contempla un uso para la parcela donde actualmente se ubica el Cunqueiro: el de hospital. El propio Caballero votó a favor de ese uso y firmó el plan.

Por lo tanto, la ubicación del Cunqueiro contó con su cooperación activa.

Pero, según defendió ayer, habría sido mejor reformar el Hospital Xeral y mantener allí la asistencia sanitaria a la población de Vigo. «Si el hospital siguiera donde estaba... que podía haber seguido, ampliando y reformando el edificio», dijo, en alusión al antiguo Xeral.

Precisamente el nuevo hospital de Vigo nació de un consenso: el Xeral no podía crecer. La ciudad lo necesitaba, para aglutinar las especialidades que hasta entonces estaban divididas entre ese centro sanitario y el Meixoeiro, un cáncer para la sanidad viguesa. La idea de hacer un hospital nuevo nació de la Plataforma para a Defensa da Sanidade Pública. En su informe Revisan 2000, redactado a principios del 2001, escribía: «Debemos dar pasos para poner fin a una situación que se caracteriza por las constantes, molestas, costosas, urbanísticamente agresivas y, lo que es peor, ineficaces reformas interminables del hospital de agudos mas antiguo de Galicia, el Hospital Xeral». Y advertía: «El hospital que no puede físicamente crecer, rodeado por la ciudad, sin aparcamientos».

«El Xeral es un centro agotado, sin posibilidad física de crecer», reiteraba ya en el 2007 -ocho años antes de su cierre- la conselleira de Sanidade del PSOE, María José Rubio.

Para Caballero, todos erraban.