Un nuevo salto sobre dos ruedas

M. V. F. VIGO

VIGO

CEDIDA

El porriñés Xacob Agra, expiloto profesional de motos, cosecha ahora éxitos en el ciclocrós para matar el gusanillo

30 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando se trata de deporte, Xacob Agra no le dice que no a nada. Y ese es el resumen de su paso de las motos -el ámbito en el que fue profesional- a la bicicleta, que él vive como una evolución natural. Apartado del motor a nivel de competición desde hace cinco años, comenzó hace pocas semanas a competir en ciclocrós para «matar o gusanillo e experimentar cousas novas». Y sus resultados han ido mejorando carrera a carrera hasta el segundo puesto en máster-40 de la pasada semana en Dumbría.

«Empecei a coller a bici para adestrar e saír a rodar por aí, sen idea de competir nin ningunha ambición de nada», explica. Y recuerda que su vínculo con la bicicleta viene de lejos porque «os pilotos sempre a empregamos para adestrar». Pero cuando estaba en activo tenía que centrarse en esa actividad y no arriesgar con ninguna otra. Por eso ahora se está desquitando. «No último ano fixen triatlón, carreiras a pé... Un pouco de todo. E cando uns amigos me propuxeron o tema do ciclocrós non lles custou moito convencerme», revela. De hecho, ya era espectador habitual de pruebas en las que competían esos amigos suyos a los que acostumbraba a ir a animar. Ahora ha dado un paso más.

Reconoce Agra que la primera carrera fue «unha calamidade» en todos los sentidos. «Paguei a novatada», admite entre risas. Una caída, la precipitación propia de la falta de costumbre, salir retrasado por los requisitos que marca el reglamento y, por si fuera poco, problemas técnicos dieron al traste con sus opciones de empezar por todo lo alto. Pero ese no era tampoco su objetivo. «Para nada me desanimei. Como deportista sabes que o máis normal é que pasen estas cousas, que tes que ir aprendendo. E ao vir da moto, ese proceso de aprendizaxe é moito máis rápido á hora de ser consciente dos erros e non repetilos. Pequei de precipitación e faltoume un pouco de calma», analiza con la distancia del tiempo.

Tanto tomó nota de los fallos cometidos, que en las siguientes carreras fue mejorando a posición por prueba hasta el segundo puesto del pasado fin de semana. «Sentinme ben desde o principio, foi ir probando sobre a marcha e que os resultados acompañen sempre motiva para seguir», señala. Aunque comenzó en la tercera carrera, ahora su objetivo es completar el calendario y cuanto más arriba pueda quedar, mejor. «Está claro que eu vou para divertirme, pero agora quero facer todas as que quedan, que total en dous meses xa rematas», recuerda. Y así podrá continuar con el resto de deportes que practica. «Estou enganchadísimo», dice entre risas.

Agra resta mérito a sus buenas posiciones porque recalca que en categoría máster-40 la mayoría de los deportistas con los que compite son aficionados y, aunque él se engloba ahora en ese grupo, no niega que su pasado en la moto le da «certa vantaxe». Se queda con el gran ambiente que se respira en la competición, con los reencuentros que está viviendo con gente del mundo de las motos que le han hecho «moita ilusión» y sobre todo con lo mucho que está disfrutando. «É moi divertido e iso é o básico en calquera cousa deportiva que me anime a facer».

Bici prestada

Compite con una bici prestada por el Máster da Louriña y viaja con la Fundación Óscar Pereiro. El que fue campeón del Tour, amigo personal suyo, tuvo mucha culpa también en que aceptara este nuevo reto. Pero nada de esto significa dejar de lado la moto. «Está claro que o motor é a miña gran paixón e sempre que poida vou volver coller unha moto. Nunca descarto volver».