«No se ha valorado el sacrificio y me voy a un sitio donde lo harán»

VIGO

CEDIDA

El corredor abandona el Rías Baixas tras dos años, «decepcionado por el trato y las promesas incumplidas»

22 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las expectativas incumplidas llevan al guardés Aser Estévez a cambiar de aires. Dos años después de su llegada al Rías Baixas, el ciclista pone rumbo al Aluminios Cortizo decepcionado con una aventura en la que había puesto muchas esperanzas. Ahora las tiene en su nuevo destino, donde espera encontrar lo que considera que no supieron darle en su ya ex club.

-Sorprende su decisión tras los buenos resultados cosechados en el Rías Baixas.

-En la vida de todo deportista a veces hay que cambiar. Cuando entré era con idea de larga duración, como en mis anteriores equipos, pero aunque al principio parecía que iba todo bien, fueron surgiendo problemas que lo impidieron porque perjudicaban mi rendimiento. Aunque el año fue bueno, también buscaba cosas que no tuve.

-¿A qué se refiere exactamente?

-No me gustaría hablar mal de nadie, no va conmigo, pero la realidad es la que es. Después del primer año ya no quería quedarme, pero me había comprometido y quise darles una segunda oportunidad que tampoco fue lo que esperaba. Es más, las cosas fueron a peor y la decisión estaba tomada en febrero o marzo. Contábamos con que pasaran cosas que no pasaron, como correr x carreras y otros aspectos pactados que luego no se dieron.

-¿También a nivel económico?

-Sí. Después de ganar la Volta a Galicia y 13 carreras esperábamos que nos premiaran de alguna manera. No es cuestión de la parte técnica, ni director, ni mecánico, ni masajista, ni fisio. Es un tema de la presidencia, que decidió no premiarnos a nivel económico en nuestro mejor año, lo cual me parece una falta de respeto. No se valora el esfuerzo y el sacrificio, y me voy a un sitio donde creo que sí lo van a hacer.

-Se desprende de sus palabras que el malestar era colectivo.

-Claro, era un problema de todos. No hay más que ver quiénes empezaron la temporada y quiénes la acabaron, igual un 40 %. Algunos en marzo ya no corrían.

-¿También se planteó dejarlo?

-Sí me planteé tirar la toalla, pero decidí intentar acabar el año lo mejor posible pese a que las circunstancias no ayudaran y con el apoyo de mi entorno. Me voy porque no quiero un 2017 parecido a estas últimas temporadas.

-¿Qué respuestas le daban cuando transmitía sus quejas?

-Largas, que sí, que sí y que ya hablaríamos. Pero si te dicen eso y ves que todo sigue igual, no vale de nada. El año pasado tuvimos primas y este, que anduvimos de verdad, no. Estuvimos corriendo un año gratis y a todo trabajador le gusta ingresar su sueldo. No solo es el dinero, a dos días del campeonato de España de contrarreloj no tenía bicicleta con la que entrenar. También hubo carreras a las que hubiera querido ir y no estuve. Y nunca vi un gesto de reconocimiento.

-¿Saca algo positivo?

-Hay que quedarse con lo bueno, los amigos y participar en carreras en las que no había estado. Y también que llegué con la idea de asumir el papel de líder y dejar atrás el de gregario. No diría que fue un fracaso, pero sí una experiencia complicada que me ha defraudado.