Un enfado entre triples dobles dígitos

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vazquez

La céltica Ylenia Manzanares no acabó satisfecha el sábado por sus fallos en tiros libres. Desconocía sus estadísticas de vértigo

18 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Da igual que haya logrado 10 puntos, 17 rebotes y 10 asistencias -sus números del partido del sábado frente al Oviedo (98-29)-. Lo único que tiene siempre en mente la baloncestista más veterana del Celta Zorka, Ylenia Manzanares, es mejorar. «Cuando acabé el partido no tenía ni idea de las estadísticas que había hecho, tampoco las supe hasta luego en casa. Además estaba enfadada porque fallé más tiros libres de los que me hubiera gustado», señala la jugadora.

Se define como «muy exigente» consigo misma. «Me dicen que más de lo que debería, porque siempre lo quiero todo perfecto y eso es imposible. Pero intentarlo es la única manera de mejorar», dice Manzanares. Y si se tiene que poner una nota, pese a esos números a los que resta importancia ?«son muchos años de carrera y no es la primera vez que lo consigo»?, se queda en un notable alto. «Siempre se puede mejorar. Fue un buen partido, con buenas sensaciones, pero hay cosas en las que seguir avanzando».

La jugadora, además, se incorporó tarde a la pretemporada por motivos personales y reconoce que llegaba «justa» al inicio. «Ahora ya me noto que corro más, que aguanto más y que voy estando mejor», valora. En los dos primeros compromisos, en los que el equipo salió derrotado, tampoco ella había terminado de sentirse a gusto. «Creo que el Oviedo pagó los platos rotos de la debacle contra el Sant Adriá. No me gusta perder de un punto, imagínate de 30 y pico o 40. Nos dio mucha rabia. Todo el equipo teníamos muchas ganas de coger sensaciones y confianza para lo que viene». Para eso es clave no solo el triunfo, sino la autoridad con la que se logró. «Fue un golpe de efecto, pusimos las cartas sobre la mesa».

Manzanares subraya que se encuentra muy a gusto «tanto en el equipo como en la ciudad» y aañade que se encuentra en un momento de madurez que quiere explotar al máximo. «Con los años aprendes a tomarte las cosas con más calma, a no precipitarte tanto en las decisiones», expone. «Soy la mayor, pero nunca es tarde para mejorar. Lo doy todo en cada entrenamiento porque la manera en que entrenas es como luego juegas».

«Debemos ser más constantes. Nos dan bajones como si nos apagaran con un botón»

Manzanares aboga por relativizar del mismo modo el mal inicio del equipo con dos tropiezos y el triunfo del pasado fin de semana. «La semana pasada no era el fin del mundo y ahora, por mucho que haya sido un resultado así de abultado, tampoco somos las mejores», constata. Considera que después de tres partidos, tienen un amplio margen de mejora y que eso es una gran noticia. «Podemos crecer tanto en defensa como en ataque. Y sobre todo tenemos que ser más constantes. Parece como si nos apagaran con un botón y pasáramos en un momento del 90 al 20 %. También contra el Oviedo tuvimos esa fase de bajón y ahí un equipo de arriba te castiga», advierte.

No niega la jugadora riojana que el objetivo del equipo este curso es la promoción. «El club ha hablado de esta meta y ha hecho un esfuerzo para formar un equipo que pueda optar a ello. Queda mucha liga, pero a mí me gustan los retos y creo que tenemos que luchar por estar ahí», opina. No habla de ascenso esta temporada porque «eso es una lotería», pero sí es partidaria de ir vislumbrándolo como una meta algo más lejana. «Tenemos que devolver al Celta a Liga Femenina 1, que es donde merece estar».

Para ello cuentan con varias incorporaciones de peso que están completando su adaptación. «Ane, por ser española, y Arsenic que habla el idioma casi perfecto, lo han tenido más fácil para acoplarse», comenta. A Daisy y a Adaeze les está costando más, pero está segura de que también serán piezas clave en el equipo en adelante.