«El descarrilamiento ha sido un golpe muy duro, una tragedia»

Alejandro Martí­nez

VIGO

Alejandro Martínez

O Porriño recordó ayer a las víctimas del accidente de tren en un funeral oficiado por el obispo de Vigo

22 sep 2016 . Actualizado a las 01:58 h.

O Porriño despidió ayer a las cuatro víctimas del accidente de tren con un funeral celebrado por el obispo de la diócesis de Tui-Vigo, José Luis Quinteiro Fiuza. Ninguna de ellas tenía lazos directos con este concello. Al funeral no acudieron familiares, que ya han enterrado a los fallecidos, pero numerosos vecinos se acercaron a la iglesia para mostrar sus condolencias por la tragedia. Otros feligreses desconocían que se trataba de una eucaristía en honor a las víctimas, ya que la celebración coincidió con la misa ordinaria de las siete y media de la tarde. Fue a los propios vecinos a quienes el prelado quiso rendir un pequeño homenaje durante su homilía. «Habéis estado a la altura con una respuesta que fue absolutamente admirable, ha sido un ejemplo para todos», manifestó el religioso en el templo parroquial. De esta forma quiso poner en valor el papel de numerosos ciudadanos de la villa, que fueron los primeros en acudir a ayudar al lugar del accidente.

A pesar de que los servicios de emergencia no tardaron en llegar, los primeros que estaban allí eran los propios residentes, que sacaron a numerosas personas de los vagones del tren y atendieron a heridos. El obispo puso énfasis en destacar la labor de los jóvenes que fueron a ayudar instantes después de que el ferrocarril descarrilara, que calificó como «una tragedia, un golpe muy duro». «Hemos visto cómo familias quedan rotas y queremos ofrecerles primero nuestra cercanía, acompañándolas en el luto y ofreciéndoles lo que nosotros tenemos como cristianos, el consuelo y la esperanza», dijo.

El acto religioso contó con la presencia de la alcaldesa de O Porriño, Eva García de la Torre, y de la de Mos, Nidia Arévalo, así como de miembros de ambas corporaciones y del conselleiro de Presidencia, Alfonso Rueda. Fue un momento de recuerdo y homenaje que permitió a los vecinos compartir también sus propios sentimientos, ya que la tragedia ha supuesto un antes y un después en este municipio. No solo porque desde hace años denuncian que son el único ayuntamiento por el que pasa una vía del tren en pleno centro urbano, sino porque aquel trágico viernes muchos de ellos participaron activamente en el operativo.