El juzgado de lo mercantil pone carteles antirrobo de subastas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

VIGO

Un aviso recuerda que los anuncios de pujas se ven en Internet

26 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El juzgado de lo mercantil número 3 de Pontevedra, con sede en Vigo, se ha visto obligado a colgar un cartel ante los tablones de anuncios para disuadir a los autores de hurtos de edictos de subastas de que dejen de actuar. El cartel señala que es tontería sustraer los documentos que anuncian las pujas porque la lista de subastas ya se pueden consultar telemáticamente desde Internet a través del portal de Justicia.

La sustracción de edictos viene de lejos. El acceso a los documentos es muy sencillo porque los anuncios están colgados con chichetas en el tablón de corcho sin protección de cristal. Cualquier persona puede subir al ático del juzgado y llevarse los documentos.

El personal del juzgado se ha enterado de los robos porque algunos profesionales o el público han comparecido en las oficinas para interesarse por determinada subasta y le han contestado que las bases estaban colgadas en el corcho. Pero allí no había ningún edicto. Alguien se había llevado los papeles.

Pero ¿para qué va a querer llevarse alguien la convocatoria de una subasta? Expertos consultados responden: «Se llevan sobre todo los de las pujas para que nadie se entere de la fecha ni condiciones». Esa es la sospecha pero los funcionarios nunca han pillado a nadie con las manos en la masa.

Lo misterioso del asunto es que las subastas no son muy concurridas. No se puede decir que haya codazos entre los postores por pujar el mayor precio. Generalmente, a las pujas del ladrillo solo van los bancos acreedores, a veces quedan desiertas y, solo en ocasiones muy especiales, se presentan postores y particulares. Lo que es competencia no hay mucha.

Ante los repetidos robos, y la imposibilidad de disponer de un segundo tablón de anuncios acristalado y cerrado con llave, el personal del mercantil optó por colgar en la pared un anuncio antihurtos. Técnicamente, es un hurto y no un robo porque el autor no necesita hacer fuerza para reventar la protección del papel para llevárselo, salvo que se considere fuerza el arrancar la chincheta para desprender el documento.

«Son gafes del oficio, al estar los documentos sin cristal por medio, se los llevan», explica personal de la oficina. Si el edicto es muy voluminoso, una nota manuscrita remite a los invitados para que consulten el expediente en el interior.

Subastas en la web

El cartel no solo abronca a los descuideros que sustraen documentos oficiales, con datos privados, sino que también avisa al resto de los usuarios que, si quieren tener una información fiable de las pujas, acudan al portal Subastas.boe.es.

Mientras la sala de lo mercantil libra esta batalla contra los ladrones de expedientes, la mayoría de los juzgados de primera instancia han dejado de exponer sus carteles de subastas. Por ejemplo, los civiles número 9 y 10 han vaciado de papeles sus tablones de corcho y remiten directamente a una búsqueda en la web del BOE.

En dicho portal oficial aparecen 86 pujas registradas en los juzgados de Vigo en lo que va de año pero solo siete siguen activas. El valor conjunto de las pujas pendientes de celebrar es de 1,2 millones. En general, son fincas, terrenos o pisos. Ninguna supera los 333.000 euros. Alguna ya está a un precio que supone la mitad de su valor de tasación. El resto de las subastas han sido celebradas, aplazadas o canceladas.

En el portal web, la búsqueda es más sencilla y permite hacer las pujas electrónicas por localidad o postura mínima. Como curiosidad, hay un bien por el que el acreedor reclama un euro pero el bien vale decenas de miles.