El equipo de Teixeira abre la fase de ascenso en Tolosa tras una noche de autbobús
27 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Fran Teixeira lleva seis sectores a sus espaldas como técnico del Chapela de balonmano y unos cuantos más con otros clubes a lo largo de su carrera. Este fin de semana afronta el séptimo al frente de los redondelanos sin presión, consciente de que «con disputar la fase de ascenso, el objetivo del equipo está cumplido», pero también con la ilusión de sorprender. «Para mí, mi equipo siempre es el favorito».
El Chapela se medirá hoy (18.30 horas) al Sant Quirze en el partido que a priori el técnico señala como el más difícil por ser el primero y por los condicionantes que eso implica. «A los otros dos les vamos a ver jugar en directo, pero de ellos solo hemos visto vídeos y es en el que hemos estado más enfocados en estas tres semanas», dice. Un tiempo, el transcurrido desde que terminó la competición, que pensó que se les iba a hacer más largo. «Al final nos sirvió para recuperar a todo el mundo y realizar una buena preparación física». Y recuerda que esta es muy necesaria para afrontar tres partidos en tres días. «En liga tienes una semana y después de un rival fuerte viene muchas veces otro más asequible. Así son tres muy duros seguidos», advierte.
En el conjunto catalán, segundo de su grupo, ve Teixeira «al mejor técnica y tácticamente, tiene mucha calidad, velocidad y un contraataque muy rápido». Mañana se medirán al Córdoba, del que destaca «la tremenda experiencia en Asobal de muchos de sus jugadores», y el domingo ?que de momento «queda muy lejos»? terminarán la fase ante el anfitrión, el Tolosa. «Frente a ellos hay dos inconvenientes muy importantes: por un lado que son un equipo fortísimo que ganó su liga con autoridad; por otro, que el factor campo puede también ser fundamental».
De hecho, lamenta que el Chapela nunca haya tenido la oportunidad de disputar un sector en casa. «Jugamos en Puente Genil, Antequera, Nava, Pozoblanco... Nunca en casa. Y el viaje siempre desgasta». En todo caso, su hinchada no faltará. «Viajan ene el autobús con nosotros. Tenemos una afición fiel con ilusión suficiente como para recorrer 800 kilómetros y pagarse un hotel».
Más que traducirse ese apoyo en presión por ganar, se sienten contagiados. ¿Sus armas? «La tranquilidad, la disciplina y la experiencia de nuestros jugadores. Vamos a darlo todo y a afrontarlo con ilusión y con una mentalidad positiva». Pase lo que pase, habrá sido una buena temporada: «Conseguimos estar arriba y disputar la fase, que era el objetivo del Chapela».