El técnico sabe que las opciones de salvación son mínimas, pero lo intentarán hasta el último momento
03 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.javier fernández, jabato entrenador del octavio de balonmano
El Octavio camina de manera casi inexorable hacia Primera Nacional. La derrota ante el Palma del Río ha dejado al equipo vigués con pie y medio en la categoría de bronce, pero mientras las matemáticas no digan lo contrario el equipo peleará con uñas y dientes sobre el parqué. Así lo asegura su entrenador, Javier Fernández, Jabato, que no pone paños calientes a la hora de hablar de la temporada.
-¿Cómo llevan la situación del equipo?
-Está claro que ni yo ni el equipo estamos contentos, pero estamos intentando trabajar y seguir hacia adelante. No buscamos excusas, estamos ahí por méritos propios, sabiendo que la permanencia está muy complicada pero no imposible. Nuestra idea es pelear hasta el final, hasta que podamos. Estamos fastidiados, pero mientras hay vida, hay esperanza.
-Quedan tres jornadas y necesitan remontar cuatro puntos. ¿Qué cuentas echan?
-Ganar todo lo que queda y esperar que los que están por encima fallen. Está muy complicado, hay enfrentamientos directos, pero no queda otra. Fue un palo muy grande haber perdido hace dos semanas contra Antequera, nos habría permitido seguir vivos. Ahora dependemos de que fallen los demás y nosotros lo ganemos todo.
-¿Finalmente se reducirán a dos los descensos por la baja del Aragón en Asobal?
-En principio sí, siempre ha sido así, aunque no hay comunicado oficial todavía. Pero intentamos olvidarnos de eso, tenemos que puntuar. Llevábamos una muy buena racha hasta el partido de Antequera, pero ahora solo podemos intentar dar la machada, ganar todo lo que tenemos por delante y que los demás fallen.
-¿Qué piensa cuando echa la vista atrás?
-Pues que esta temporada está siendo muy dura en todos los aspectos. Hemos sufrido y sobre todo estamos pagando la primera vuelta, que fue francamente mala, con solo cuatro puntos. Cuando intentamos coger aire, se nos hizo muy difícil porque los equipos que estaban por encima tenían una renta importante. Conseguimos reducirla un poco, pero ahora era jugar al límite, no podíamos fallar y era complicado, más con una plantilla tan joven.
-¿Le da rabia especialmente por el estirón que tuvo el equipo?
-Personalmente sí, quizás cuando conseguimos liberarnos de la presión, sobre todo al principio de la segunda vuelta, empezamos a puntuar y todo parecía que empezaba a funcionar. Hubo momentos en los que el equipo funcionó a un nivel muy bueno, pero esto es deporte y los rivales te lo ponen cada vez más difícil. Me da un poquito de rabia ver ahora lo que nos pasó con Antequera, quizás por treinta minutos malos, porque los primeros fueron muy buenos, no conseguimos puntuar. Con esos dos puntos todo sería distinto ahora.
-¿Ve a este Octavio en Nacional?
-Pues no lo sé, no he hablado con el presidente, no sé lo que ocurrirá. Estoy centrado en acabar y hacerlo de la mejor manera posible e intentar puntuar en todo lo que nos queda, pero no sé lo que pasará de aquí a un futuro. Está claro que la situación es muy mala, sería un palo muy gordo para la institución y el club, pero no me toca a mí decidir en esa parcela. Está claro que la plantilla es muy joven y tiene mucho talento, talento por pulir, por trabajar, pero eso son cuestiones de otro sitio.