Cuatro postes de alta tensión junto a cien pisos y un colegio

alejandro martínez O PORRIÑO / LA VOZ

VIGO

Los vecinos demandan el soterramiento del cableado aéreo y el BNG presenta una moción en el pleno

26 abr 2016 . Actualizado a las 07:52 h.

La línea de alta tensión que atraviesa el polígono residencial de Torneiros genera un amplio rechazo entre los vecinos, que demandan a las administraciones que presupuesten unas obras para el soterramiento. Cuatro torretas de 20 metros de altura sostienen el cableado aéreo que pasa cerca del colegio Antonio Palacios, el instituto Ribeira do Louro, la iglesia de San Rosendo, las instalaciones de Aimén y un bloque residencial con 115 pisos.

Los porriñeses que viven en esta zona están preocupados por los efectos que puedan tener las radiaciones sobre su salud y por el riesgo que supone que estén cerca de zonas pobladas. Hace dos años un temporal de viento estuvo a punto de derribar una torreta de alta tensión junto a la autovía A-55 y, si esto llegara a suceder en Torneiros, las consecuencias podrían ser catastróficas.

«Nos gustaría que la sacaran porque es irregular y no es normal tenerla tan cerca», señala Rafael Giráldez, vecino del polígono 5, el edificio más afectado. «El ruido que hace cuando llueve es impresionante, no te deja dormir», añade Bruno, cuyos padres residen en el mismo inmueble. «Tenían que quitarlas por la radiación y porque se encuentran sin proteger», afirma también José González Gil, señalando la falta de cierres en las vallas de una de las torretas.

«Ya tuvimos protestas pero no nos hicieron caso, dijeron que esto no hacía daño, pero aquí sigue habiendo mucha preocupación porque esto no es bueno», dicen dos madres de niños matriculados en el colegio Antonio Palacios. «No nos basta con las señales advirtiendo del peligro de muerte que corremos, no las queremos aquí», manifiesta también Raúl Gómez, trabajador de una empresa de la zona.

Haciéndose eco de las quejas vecinales, el grupo municipal del BNG presentará en el próximo pleno una moción para demandar a las administraciones el soterramiento del tramo aéreo más próximo a las edificaciones. El portavoz nacionalista, Pedro Pereira, señala que esta línea de alta tensión de 132 Kilovatios entre Atios y Balaídos «non cumpre as distancias mínimas de retranqueo». Los nacionalistas proponen instar a Gas Natural-Unión Fenosa a la redacción de un nuevo proyecto de soterramiento e iniciar las negociaciones con el objetivo de redactar un convenio entre el Concello, la Xunta y la empresa para llevar a cabo una obra en la que las arcas municipales deberían aportar 300.000 euros para acometer la obra civil. Las gestiones para eliminar las torretas datan del año 2008, cuando los organismos implicados llegaron a firmar un convenio. El coste de modificar la conducción eléctrica se valoró entonces en 2,1 millones de euros, partida que, tras el fin del bipartito, amortizó el nuevo gobierno entrante.