Prisión preventiva para Sinaí Giménez y dos de sus hermanos por coacciones en mercadillos

VIGO

Alejandro Martí­nez

El resto de miembros del clan de los Morones que han declarado este jueves han sido puestos en libertad con medidas cautelares

14 abr 2016 . Actualizado a las 23:54 h.

Los juzgados de Cangas han dicatado prisión preventiva para Sinaí Giménez y dos de sus hermanos, Saúl y Juan Pablo, y han dejado en libertad con medidas cautelares al resto de miembros del clan de los Morones que han declarado este jueves. Poco antes de las diez de la mañana, la Guardia Civil entregaba al primero de los detenidos en la redada del pasado martes en Tomiño para ser interrogado, un sobrino del conocido como el príncipe de los gitanos. La puesta a disposición judicial se llevó a cabo este jueves bajo unas estrictas medidas de seguridad. Las fuerzas del orden establecieron controles a la entrada del municipio para prevenir altercados y la calle de los juzgados fue cortada. 

Durante la tarde la Guardia Civil trasladó al juzgado de instrucción número tres de Cangas la caja fuerte que fue incautada el pasado martes durante la redada a la vivienda a los morones en Tomiño.

Poco después, se producían más entradas: la de Sinaí Giménez, que a su salida del coche profirió gritos contra los gitanos zamoranos, la de su mujer y la de sus hermanos Saúl y Juan Pablo. Este último no dudó tampoco en lanzar acusaciones antes de entrar en los juzgados, pero en su caso contra la Guardia Civil. Las medidas de seguridad no impidieron que algunos allegados se acerquen a la zona y griten en apoyo a los Morones. En total cerca de una treintena de pesonas se acercaron hasta el lugar. 

El abogado de Sinaí Giménez, Jose Luiz Gutierrez Aranguren (conocido por llevar el caso de Asunta Basterra) declaró a la entrada al edificio judicial de Cangas que desconocía la causa que se seguía contra su defendido y que se había enterado de los cargos a través de los medios de comunicación. 

Prestaron declaración en los juzgados todos los investigados a excepción de Olegario Giménez, el patriarca, que se encuentra internado bajo custodia policial en un centro hospitalario y tendrá que declarar más adelante. Según su abogado, Marcos García Montes, «Saúl y Juan Paulo se han negado a declarar». 

Algunos de los trasladados fueron Flora Jiménez, de 59 años y madre de Sinaí, María Aurelia C., su mujer, de 37 años, su hermana Consuelo, de 42, y su hermano Samuel, de 22. Entraron por su propio pie, ya que se encuentran en libertad con medidas cautelares, el presidente de la sociedad de ambulantes de Galicia, Miguel Ángel Valverde, el responsable de la gestoría investigada, M.V.L.T. y una tercera persona cuyos datos no han trascendido.

Los cargos que se le investigan son siete: pertenencia a organización criminal, amenazas, coacciones, fraude a la Seguridad Social, blanqueo de capitales, tenencia ilícita de armas y tráfico de drogas. La investigación arrancó por la polémica en los mercadillos del sur de Galicia y el enfrentamiento entre clanes. Según las primeras averiguaciones, el clan de los Morones podría cobrar a los vendedores 150 euros al mes por montar los puestos en las ferias. 

«Mientras no conozcamos la acusación, no podemos declarar»

«Saúl y Juan Paulo se han negado a declarar pero han hecho puntualizaciones importantes porque entendemos que el derecho de defensa queda violado por el uso y el abuso que se está haciendo de la prisión provisional y sobre todo del secreto de sumario». Marcos García Montes, su letrado, ha argumentado así la negativa de dos de sus defendidos en la causa que investiga el juzgado Número 3 de los de Cangas por presunta extorsión en los mercados ambulantes de la provincia. El abogado aseguró que «mientras no conozcamos la acusación no podemos declarar» y aseguró que «lo haremos encantados cuando se levante el secreto, pero la declaración del gestor lo ha roto todo». Según García Montes, el gestor «dijo que no ha habido ninguna extorsión, que la cooperativa se gestionaba bien y con normalidad. Se pagaban 150 euros para Seguridad Social como autónomos y una parte por ser de la cooperativa, no ha habido ninguna queja».