El caos de tráfico se apodera del entorno del nuevo hospital

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

VIGO

Cientos de vehículos quedan estacionados en lugares prohibidos cada día sin que los conductores tengan miedo a ser multados

01 dic 2015 . Actualizado a las 09:22 h.

Un utilitario aparcado sobre un paso de cebra interrumpía ayer la entrada peatonal en urgencias del Hospital Álvaro Cunqueiro. Un hombre en silla de ruedas se vio obligado a invadir la carretera para poder llegar a la recepción, con el consiguiente riesgo para su integridad. Es una estampa habitual en las instalaciones. La anarquía reina en el entorno. Cualquier lugar es bueno para dejar el coche aparcado. Los automovilistas invaden los espacios peatonales, estacionan sobre pasos de cebra, encima de marcas viales, de paradas de taxi, en isletas o sobre los propios carriles de circulación.

Un caos de vehículos desborda cada día los alrededores de las nuevas instalaciones sanitarias. La falta de control policial ayuda a que esto sea así. Cientos de coches aparcan mal cada día sin que los automovilistas tengan miedo a ser multados. Una grúa no daría abasto, pero por aquí no pasa.

Los lugares más insospechados pueden ser idóneos para dejar el coche durante unas horas, mientras se lleva o se visita a un enfermo o se permanece ingresado. Por ejemplo, la rotonda cercana a la entrada de urgencias, donde los turismos han puesto en práctica un tipo de aparcamiento desconocido hasta ahora, el circular.

Las calles adyacentes también desbordan filas de vehículos. Durante las horas punta de la mañana resulta complicado encontrar un hueco libre. Ni siquiera cometiendo una infracción el conductor tiene la garantía de poder liberarse del coche. Tampoco sobra espacio en el aparcamiento destinado al personal sanitario, donde acaba iluminándose cada mañana el cartel de completo.

Los motoristas lo tienen más fácil. Pueden dejar sus vehículos de dos ruedas junto a la misma puerta principal del hospital. No es un aparcamiento de motocicletas propiamente dicho, pero nadie dice nada por aparcar ahí.

Precios altos

Esta situación contrasta con los dos párkings de pago disponibles en este gran complejo hospitalario, que suelen estar medio vacíos. Nunca llegan a superar el 50 por ciento de ocupación. El aparcamiento general ocupa dos plantas subterráneas con un total de 2.600 plazas. Ayer no había ningún coche aparcado en la planta menos tres, mientras cientos de coches saturaban el perímetro del hospital. Muchos usuarios no utilizan este servicio por el precio. Pagar 1,86 euros la hora o un máximo de 12 euros diarios es un gasto excesivo para muchas economías. Ni siquiera la tarifa plana de 20 euros por cinco días, 33 por 10 o un mes por 60 convencen a los usuarios.

«Cuando estaba abierto el Xeral también teníamos que buscarnos la vida para aparcar, pero había zona azul y eran otros precios», se quejaba ayer Rafael Estévez. «Me parece una vergüenza esta situación, no quiero pensar cuando llueva cómo hará mucha gente con problemas de salud o mujeres que acaban de dar a luz para volver andando hasta donde tienen aparcados sus vehículos», afirmaba también Tania de la Torre.

Vicente Casal, que ayer llevó a su hijo al hospital afirma que «la gente aparca donde puede, menos mal que no multan, porque si no esto sería un caos». «Los aparcamientos están vacíos porque la gente no quiere pagar por utilizar unas instalaciones que con esos precios son inviables», añade. Maruja R. afirma que prefiere utilizar el transporte público y así se ahorra problemas, pero que su cuñada, que está coja, viene un coche y sufre mucho cuando va a visitar a su hermano.

Los vehículos mal aparcados son ya algo habitual en las instalaciones sanitarias.