Algunos abogados estaban citados para las 9.30 horas y cinco horas después aún no habían pasado a sala porque la jueza debió resolver antes 2 órdenes de alejamiento
14 nov 2015 . Actualizado a las 12:50 h.El juzgado de violencia sobre la mujer número 1 de Vigo vivió ayer otra jornada maratoniana. Algunos letrados esperaron ayer hasta 5 horas para que su caso fuese atendido porque la jueza tuvo que celebrar primero dos vistas para decidir sobre dos órdenes de protección, que tienen prioridad porque hay que resolverlas en menos de 72 horas y no se puede demorar.
Una representante del Colegio de Abogados de Vigo que sigue de cerca los malos tratos, Asunción Álvarez, explica que esta semana ha sido especialmente conflictiva, con la presentación de numerosas denuncias y peticiones de órdenes de protección. «En estos días se notó mucho el incremento», dice Álvarez.
Cada año, el turno de oficio de los abogados especializados en malos tratos atiende gratuitamente a 400 maltratadas. Siempre hay dos letrados disponibles las 24 horas del día. Todas sus intervenciones son gratuitas y no cobran nada aunque la víctima sea millonaria. Si la perjudicada solicita un letrado en comisaría o en un puesto de la Guardia Civil, el letrado acude a prestarle asistencia antes de que presente la denuncia. Le asesora y le ayuda a que la queja esté bien redactada, lo mismo que la solicitud de la orden de protección. Posteriormente, el mismo abogado le ayuda a tramitar la petición de guardia y custodia de los hijos para simplificar las actuaciones y evitar que la mujer tenga que contar su historia a más letrados.
Los letrados admiten que hay algunos días en que el juzgado se atasca porque llega un gran número de asuntos a la vez y pasan largas esperas a que los funcionarios los llamen a sala para estudiar su asunto. Suele ocurrir que abogados que son citados a las 9.30 horas sigan esperando a pasar a las 14.30 horas si el día es muy complicado, como ocurrió ayer. «Yo siempre digo que deberían ponernos una cafetería en la terraza del juzgado para llevar mejor estas esperas», ironizaba ayer otra abogada en los pasillos mientras aguardaba su turno.
Otros días, sin embargo, el juzgado goza de relativa tranquilidad. Pero lo que se pone en evidencia es que los atascos son frecuentes, lo que confirma el argumento de la jueza Paz Filgueira de que necesita un ayudante de refuerzo para quitar trabajo del día a día con el fin de que ella pueda investigar los tres últimos crímenes de malos tratos ocurridos en apenas dos meses.
La violencia contra la mujer desatada enVigo desde septiembre la convierte en la ciudad de España donde hubo más casos de asesinato en el hogar en lo que va de año. Con tres fallecidas, la ciudad se sitúa a la par que Elche con mayor número de muertes por violencia de género. Filgueira advierte que estos crímenes «non se poden prever».
Prisión por asesinato para el parricida que mató a su madre en la calle Zamora
Además de los tres crímenes de violencia machista hay una cuarta muerte de una viguesa que fue asesinada por su hijo desequilibrado. El juzgado de instrucción número 3 de Vigo decretó ayer el ingreso en prisión comunicada y sin fianza para el joven Ramón M.C. acusado de matar de 10 cuchilladas a su madre Inmaculada Cendón el pasado domingo.
La jueza le imputa un delito de asesinato porque la víctima fue atacada de forma sorpresiva y no se pudo defender. Aunque el juzgado no facilitó información, todo apunta a que aún no le han dado el alta hospitalaria aunque su situación personal ha cambiado, según señala el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).
El implicado fue internado en una unidad psiquiátrica tras el crimen por haber sufrido un brote psicótico. La cárcel cuenta con un modulo psiquiátrico por si es necesario trasladarlo allí.
No consta que la jueza se haya trasladado a interrogar al autor confeso al hospital.
El asesinato es un delito de homicidio agravado en el que concurren circunstancias como que el implicado planease la muerte de forma que la víctima no tuviese posibilidad alguna de defenderse o que se ensañase y le infringiese un dolor innecesario.