Goleó 5-0 en un partido que dominó a placer y se engancha de nuevo a la pelea por el play-off
09 nov 2015 . Actualizado a las 08:21 h.El Coruxo volvió a sonreír en O Vao a costa de un Guijuelo que fue víctima del fútbol franco y efectivo de los de Rafa Sáez, que desde el minuto uno supieron manejarse con inteligencia y profundidad ante un rival que salió a jugar con mucha intensidad y que les disputó el balón, pero que careció de verticalidad y peligro. Justo las dos armas que definieron el fútbol de los verdes, punzante, sencillo y letal a partes iguales. Con la tercera goleada de los vigueses en la temporada, el equipo, quinto, se engancha de nuevo a la pelea por el play-off.
El Coruxo presumió de sobriedad y solvencia para resolver el duelo en la primera mitad. Aunque el Guijuelo le discutió la posesión, los de Rafa Sáez supieron sacar mayor partido al balón. Apoyado en su juego de bandas, con Rafa Mella y Adrián por la derecha y con Pedro Vázquez letal por la izquierda, consiguieron tener presencia cerca del área defendida por Kike y meter en líos a un rival que cada vez que llegaba cerca del territorio defendido por Brais se quedaba sin ideas.
La fe y la presión de Pedro Vázquez reportaron al Coruxo un remate de Salinas cuando no se había alcanzado ni el minuto cinco, sin embargo hubo que aguardar al 24 para subir el primer gol al marcador. Pedro se sacó de la chistera un centro medido que Salinas remató en el área pequeña y que Kike rechazó con éxito. Llegó entonces Ortiz, que sin la más mínima duda, aprovechó el balón y lo enchufó al fondo de la red.
El tanto local fue un mazazo para un Guijuelo que unos instantes antes había obligado a Brais a salir para corregir un mal pase atrás de Cifuentes en la que fue una de las escasas intervenciones del portero local en todo el partido.
Con el Coruxo bien asentado en el césped, intensísimo en la presión y con una clara vocación ofensiva, el Guijuelo tan solo fue capaz de asustar con un par de contras que se quedaron sin premio, y justo cuando los dos equipos pensaban en el descanso, llegó la jugada clave. Aitor Aspas, que se reencontraba con su exequipo, cometía un penalti sobre Santi Comesaña, y su pariente Cristóbal se encargaba de traducir en gol al firmar el 2-0.
El Guijuelo regresó de vestuarios dispuesto a arriesgar para dar la vuelta al marcador sin renunciar a su gusto por el fútbol trenzado, y eso no hizo más que poner en bandeja el triunfo para los locales. No habían transcurrido ni dos minutos cuando Salinas, en un contragolpe, desperdició una jugada de gol al pecar de lentitud cuando quería armar el remate. Sin embargo, el delantero se resarció unos segundos después cuando el Coruxo recuperó otro balón que Ortiz, con maestría, habilitó para Salinas, que esta vez no dudó a la hora de finalizar, trasladando al marcador el 3-0 que ya resultó definitivo.
Para acabar de destrozar a los visitantes, en el 56 llegó la jugada tonta del partido. Kike habilitó un balón para Javi Rey en la frontal del área; el mediocentro, presionado, decidió devolverle el esférico al portero, y Santi Comesaña aprovechó para taponar, enviando el intento de saque del portero al fondo de la red y colocando así el 4-0.
El Guijuelo, a merced del rival, intentó maquillar el marcador, pero el Coruxo, que desde el minuto uno había transpirado confianza en sí mismo, presumió de solvencia cuando el rival le puso a prueba ,y flirteó con aumentar su renta, algo que hizo Lamas poco después de salir desde el banquillo. Desde fuera del área enganchó el balón, se colocó y disparó un trallazo con la diestra que enchufó por toda la escuadra. El Coruxo regalaba a su afición la goleada de la temporada en un partido redondo.