El equipo ha acelerado este año su caída al precipicio
06 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta B lleva temporadas convulsas, con un par de descensos a Tercera (aunque solo uno consumado), pero esta campaña ha acelerado su caída al precipicio. El domingo, después de perder por 0-3 ante el Logroñés, el filial cayó a puestos de descenso directo en Segunda B, algo que no sucedía desde el curso 04/05, cuando después de siete partidos los vigueses eran penúltimos con cuatro puntos. Entonces terminaron saliendo con solvencia para acabar la campaña con 57 puntos, en la zona media alta de la tabla.
A Javi Gómez Torres, el entrenador del Celta B, le intranquiliza la respuesta anímica que puedan dar sus jugadores en este escenario: «Me preocupa la falta de confianza que pueda generar el estar ahí abajo. Sabemos que los equipos jóvenes necesitan también resultados para verse un poco reforzados, pero sabíamos que la competición es complicada y que a los filiales nos toca sufrir siempre un poco al principio. Tenemos que convivir con ello. Sabemos lo que queremos y en dónde estamos, y espero que vayamos dando la vuelta a la situación según vayamos ganando experiencia», comentó tras la última cita.
La campaña pasada, a estas alturas, el equipo era cuarto con 15 puntos, aunque luego entró en una profunda crisis, y hace dos ejercicios era sexto con diez puntos. Fue la última en la que cayó a Tercera, aunque la compra de la plaza le permitió reengancharse al fútbol de bronce.
En busca de soluciones, Torres Gómez ha hecho muchos cambios en sus once, pero por el momento no encuentra el equipo que le dé solvencia.