«Hemos pedido esfuerzos, pero eran imprescindibles para que no pasara lo de Grecia», afirma el presidente del Gobierno en la apertura del curso político
30 ago 2015 . Actualizado a las 16:52 h.En diciembre hay elecciones generales, y se llega a ellas con un sabor agridulce. Con la confianza que da el proceso de recuperación económica y la preocupación que genera el varapalo que sufrió el PP en las recientes elecciones municipales. Este fue el eje de los discursos que esta mañana pronunciaron en el castillo de Soutomaior el presidente del Gobierno y el titular de la Xunta, e incluso el de los dos teloneros.
«Vamos a presentarnos con humildad a los españoles para pedir su confianza. Estos años pedimos esfuerzos que eran imprescindibles; si no, hubiera pasado lo de Grecia. Y en un momento tan complicado hemos sido capaces de preservar los pilares básicos del estado del bienestar y evitado males mayores». Rajoy combinó las explicaciones sobre el duro ajuste que ha vivido España durante su mandato con una moderada satisfacción por los logros y la advertencia de que lo mejor está por llegar. En otras palabras, que los buenos datos económicos van a seguir llegando. Como ejemplo, su aviso de que «la próxima semanas tendremos buenas noticias de recaudación de impuestos».
Obviamente, Cataluña y la oposición no quedaron al margen. Las complicadas elecciones catalanas centraron una gran parte de su discurso. Fue tajante al afirmar que no permitirá «que los españoles sean extranjeros en su país» y no dudó en acusar al PSOE de estar «en una deriva hacia el extremismo y la radicalización», lo que justificó «por su desconcierto ante el tema de Cataluña y su coalición con partidos radicales»