Un párking subterráneo de mentira

j. fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

Oscar Vázquez

Un vecino de Sárdoma lleva años pleiteando para lograr que un garaje previsto bajo tierra y sobresale 3,4 metros sea demolido. Sin suerte

30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

José Manuel López, propietario de una parcela en el plan parcial Quirós, en Sárdoma, lleva más de una década pleiteando contra el Concello para lograr que el aparcamiento allí existente, previsto bajo rasante, se adapte a esta condición. Por el contrario, esta edificación, que lleva años construida, sobresale nada menos que 3,4 metros y se convierte en un muro justo delante de su parcela. Sin embargo, no ha tenido suerte con sus quejas ante la Gerencia de Urbanismo ni tampoco por vía judicial.

El plan Quirós data del año 2001 y obtuvo licencia municipal en el 2005. La documentación sobre este proyecto recoge la existencia «de una parcela destinada a equipamiento deportivo bajo cuyo subsuelo se prevé la construcción de un garaje-aparcamiento», como señala un informe del año 2003. Otro, posterior, ya del 2005, alude «á edificación baixo rasante para garaje aparcadoiro sitúase na parcela 30», precisamente la existente delante de la 24 que le fue adjudicada a José Manuel López.

La realidad a día de hoy es que existe la instalación deportiva, abierta y de uso público, construida sobre el aparcamiento. La sensible diferencia es que dicho párking tiene una altura de 3,4 metros, con lo que no está sobre rasante, lo mismo que la pista deportiva que se encuentra al nivel de la primera planta del edificio aledaño.

Además de recopilar documentación, informes periciales y un acta notarial, José Manuel López ha intentado desde entonces que se cumplan las previsiones de este plan, aunque sea demoliendo el párking elevado cuya capacidad es de 283 vehículos.

Tras sucesivas peticiones, denuncias y escritos en la Gerencia de Urbanismo, que no tuvieron resultado alguno, hace tres años, en diciembre del 2012, decidió acudir a la vía judicial. En su denuncia recordaba que «durante la ejecución de las obras formuló numerosas denuncias (...) sobre el aparcamiento de tres plantas» y acompañó un informe pericial sobre sus características. A su juicio se trata de una obra ilegal y además no legalizable.

La respuesta municipal tiempo después fue negar que hubiera presentado denuncias, calificando sus escritos de «petición de información e de acceso á documentación». Y como justificación para la elevación del párking a 3,4 metros por encima de la rasante fue que era casi obligado. En concreto, que «para a funcionalidade dos estacionamentos subterráneos teñen que ter accesos utilizables por vehículos e isto determina que haxa unos ocos de comunicación entre o subsolo e a superficie que faciliten a entrada e saída de automóbiles ,que necesariamente sobresaen do terreo».

Este curioso argumento, que no se aplica en los numerosos párkings subterráneos existentes en la ciudad, en los que solo sobresale la cabina de acceso peatonal, y no en todos, tuvo éxito ante el juez. En su sentencia aceptó que no se habían producido denuncias, como mantenía la Gerencia, y desechó la reclamación del vecino.

El fallo ratificó la posición municipal de que las obras están amparadas por una licencia. Y se cura en salud asegurando que de existir alguna causa de ilegalidad habría prescrito «pues habrían transcurrido en exceso los seis años de que dispone la Administración municipal para incoar expedientes». Y que los escritos del denunciante no eran denuncias y por tanto no interrumpieron la prescripción.

En marzo del año pasado, el Tribunal Superior de Xustiza deGalicia daba carpetazo a la vía judicial ratificando la sentencia del juzgado vigués. Pese a ello, José Manuel López, lo tiene claro: «No pienso rendirme porque estoy convencido de que tengo razón. Un párking bajo rasante y por tanto subterráneo no puede estar varios metros sobre la superficie y ser legal. No tiene sentido elevarlo para que puedan entrar los coches. Delante de mi parcela tenía que estar el terreno raso y hay un muro. No lo acepto».