Os Ninguéns recurre al Valedor do Cidadán ante la «caótica situación» de Benestar Social

J.F. VIGO / LA VOZ

VIGO

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El coletivo quiere que intervenga para mejorar las ayudas sociales del Concello vigués

20 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«No servizo de Benestar Social non houbo variacións significativas no número de persoas que conformaban o mesmo nos últimos cinco anos cando sí houbo un aumento exponencial da carga de traballo». Coincidiendo con la queja del PP por la paralización de las oposiciones, Os Ninguéns entregó un informe al Valedor do Cidadán en el que detalla las consecuencias de la falta de personal. Tildan su situación de «caótica e insostenible».

A lo largo de cinco folios, el colectivo que coordina Antón Bouzas hace un duro relato de la gestión de un servicio municipal desbordado por la enorme demanda de ayudas sociales que ha generado la crisis económica. Haciéndose eco de un escrito de las propias trabajadoras sociales, recuerda que el ratio recomendado es de una por cada 8.000 habitantes, cuando en Vigo es la mitad (una por cada 17.000). 

Los problemas que ello genera son de todo tipo, pero principalmente retrasos en la tramitación de los expedientes, en los informes a enviar a la Xunta para la concesión de la risga y dilaciones de dos meses para una primera entrevista a personas en situaciones de extrema urgencia. Esto también le genera dificultades a la plantilla, por lo que en una reunión del comité de salud laboral se planteó la instalación de un botón de pánico en las oficinas periféricas de Benestar Social por el riesgo de agresiones.

Os Ninguéns censura esta demanda al considerar que «o verdadeiro causante de estas situacións é o enorme colapso nas axudas de emerxencia». Se pone de lado de alguien que «está a piques de ser desafiuzado por non poder pagar o aluguer e se lle comunica que vai a estar preto dun ano sen axudas porque non hai que entregue ese diñeiro».

El informe entregado al Valedor recoge también la situación del programa municipal Sereos, que se quedó sin la sede de Elduayen y posteriormente atendía a personas con problemas de drogodependencia y marginalidad en un autobús y ahora en una furgoneta. Califica de «expulsión dos usuarios» el cierre del local y le pide al defensor de los ciudadanos que «presione desde a súa posición» para que se les dote de nuevo de un local.

El colectivo critica a la concejala de Benestar Social por su gestión y califica los cheques sociales de «políticas de exhibicionismo partidista que provocan humillación, estigmatización e malestar». Pide que en lugar de una vez al año se entreguen todos los meses «cando aparezan as urxencias».