Caballero y Pedrosa chocan por el papel de Zona Franca en Balaídos

Juan Manuel Fuentes Galán
juanma fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

M. MORALEJO

Alcalde y delegada negociarán mañana la posible colaboración del Consorcio

30 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Para Caballero la cosa está clara: el pleno del Consorcio de Zona Franca ha avalado colaborar económicamente en la reforma de Balaídos, y solo falta decir el cómo y el cuándo, por supuesto buscando el encaje legal adecuado. Para Teresa Pedrosa, tampoco hay duda: el pleno no ha tomado decisión alguna, y simplemente aplazó la decisión hasta que haya una propuesta concreta del Concello, que será estudiada, valorada y sometida a informes jurídicos. Después, será el momento de tomar la decisión.

Obviamente, posiciones antagónicas que se mantienen desde hace meses sin que ninguno dé su brazo a torcer. El primero es el alcalde de la ciudad, al que corresponde la presidencia del pleno de Zona Franca, un foro en el que no reside el poder ejecutivo en este organismo estatal. La segunda es la delegada del Estado en el Consorcio, el puesto donde se toman las decisiones.

Tras meses mareando la perdiz, Caballero desveló ayer que mañana, finalmente, se reunirá con Pedrosa para hablar de esta espinosa cuestión y hacerle una propuesta concreta. Se lo dijo a los periodistas sin avanzar el contenido («ella debe ser la primera en conocerla») y partiendo de la base de que habrá consenso, lo que, desde su punto de vista, equivale a que habrá dinero estatal para colaborar en la rehabilitación del estadio municipal.

«Aprovecharé el pleno para hablar con Pedrosa allí y no decirle que venga a mi despacho. Estamos en época de vacaciones y supongo que se irá, es su legítimo derecho, aunque yo no las tomo, pero me adaptaré a sus vacaciones», soltó Caballero.

Consultada la delegada del Estado, tal y como ha mantenido estos meses se mostró dispuesta a hablar con el alcalde y a acudir a su despacho si le llama, pero puntualizó lo relativo a sus vacaciones. «Me iré sobre el 20 de agosto y solo una semana. De hecho, desde que soy delegada del Estado en Zona Franca solo tomo una semana al año, aunque soy inspectora de trabajo y defiendo el derecho de todo el mundo a tomarse vacaciones».

Y sobre el fondo del asunto, sin cambio alguno. «Al pleno del Consorcio llegó en febrero una propuesta municipal que fue retirada ya que carecía de informe jurídico. El acuerdo que se tomó fue instar a que habláramos el alcalde y yo. Dijo que la semana siguiente lo haríamos, pero hasta hoy».

Aceptación segura

Puestos a relatar retrasos ajenos a su voluntad, recordó que «el 24 de septiembre del año pasado acudí al despacho del alcalde, pero tampoco recibí propuesta alguna».

En este contexto de recelos y visiones escasamente coincidentes, Caballero dijo ayer que «los concejales de Fomento y Deportes están elaborando la propuesta con detalle». Sobre la posibilidad de que no logre un acuerdo con Pedrosa y que por tanto la propuesta municipal no salga adelante, el alcalde se replegó: «No me colocó en esa hipótesis. No lo contempló ya que la propuesta es razonable y debe ser aceptada».

Aunque ayer no quiso entrar en detalles, en declaraciones anteriores Caballero defendió la conveniencia de que Zona Franca se haga cargo de la factura de renovar la grada de Gol, lo que supondría 9 millones de euros. Ello podría incluir la construcción de un aparcamiento (subterráneo o junto a la grada) destinado a los aficionados en días de partido y a diario para los trabajadores de Citroën. Pedrosa no dijo ni que sí ni que no en su momento, pero recordó que «ahora mismo estamos haciendo un párking al lado, dentro de la fábrica».

30 millones de euros destinados a renovar un estadio municipal vetusto y anticuado

Caballero lleva un año promoviendo la reforma de una instalación municipal emblemática como es Balaídos, un proceso que ha dado sus frutos aunque a la vez ha generado enfrentamientos políticos. Ahora con Zona Franca, y antes con el presidente de la Diputación relevado hace unas semanas, en ambos casos políticos del PP. Eso junto con el rechazo a la inversión por parte de la Marea, que quiere que lo pague el Celta.

Pese a estas discrepancias, resulta evidente que el alcalde se ha salido con la suya. Después de 30 años en los que sucesivos regidores intentaron la reforma, al final se está ejecutando con el añadido de que consiguió involucrar a una Diputación políticamente hostil sin cederle el mínimo protagonismo.

El pacto que suscribió con Louzán es que cada institución aportará un máximo de 14 millones de euros, quedando los dos restantes para el Celta. En el supuesto de que Caballero consiga una aportación de Zona Franca, su importe se detraerá de la parte municipal y provincial en similar cantidad.

En el momento actual, con Caballero disfrutando de su mayoría absoluta y con su número dos, Carmela Silva, presidiendo la Diputación, la reforma está garantizada. No obstante, si hay dinero estatal permitirá recortar la factura que corresponde a las instituciones locales o, incluso, afrontar alguna obra que no estaba inicialmente prevista. Y si no hay acuerdo ahora con el Consorcio, dentro de unos meses se celebran elecciones generales y sus resultados pueden afectar a la gestión de Zona Franca.