Tras haber elaborado su propio monoplaza, los estudiantes de ingeniería industrial serán los primeros gallegos en participar en esta competición de nivel mundial
02 jul 2015 . Actualizado a las 19:39 h.Es el Lemans de los universitarios, y aunque no durará 24 horas la ilusión es la misma que si del mismo circuito francés se tratase. La próxima semana un equipo formado por catorce universitarios de Ingeniería Industrial de la Universidad de Vigo cumplirán un sueño al alcance de unos pocos privilegiados: participar en la fórmula Student, la competición internacional de automovilismo universitario. El equipo vigués echará a rodar en Silverstone, en Hockenheim y en Montmeló, tres templos de la Fórmula Uno. La primera prueba será en el circuito inglés durante la próxima semana, entre los días 9 y 12 de julio. Lo harán por méritos propios, pues ellos mismos han construido el monoplaza que con el que competirán en los tres circuitos.
Serán los primeros en toda Galicia en participar en esta competición. Hacer realidad el sueño que tendrá lugar la semana que viene no ha sido fácil. Sobre todo, a la hora de financiar este ambicioso proyecto. Durante estos últimos meses han logrado la financiación para el automóvil y la competición. El diseño del vehículo ha rondado los 28.000 euros, pero el total del presupuesto ha ascendido hasta los 60.000 euros. A ellos han contribuido instituciones como la Zona Franca, el Concello de Vigo o la Diputación de Ourense.
Se presentaron 300 centros universitarios de todo el mundo, pero solo 80 formarán parte de este selecto grupo que pondrá en funcionamiento sus monoplazas en 3 de las principales plazas del mundo automovilístico actual. Y entre ellos están estos 14 universitarios vigueses.
Además, cinco de ellos serán quienes conduzcan durante la prueba los coches que han elaborado. Las reglas de la competición establecen que no han de ser pilotos profesionales, para así poder evaluar con mayor exactitud las principales virtudes de los vehículos participantes. La ilusión continúa intacta tras dos años de trabajo, en los que han pasado de rodar en el Cuvi a hacerlo en uno de los trazados de mayor velocidad en el mundo.