El récord gallego inesperado

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

VIGO

Isaac Vicente ya piensa en el próximo Campeonato de España, aunque no quiere fijarse metas.
Isaac Vicente ya piensa en el próximo Campeonato de España, aunque no quiere fijarse metas.

El vigués lanzó 71,04 el domingo tras un año en el que llegó a «venirse abajo»

30 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando menos lo esperaba, el vigués Isaac Vicente Landín consiguió este fin de semana batir el récord gallego de lanzamiento de martillo, que ya era suyo desde el año pasado. Lo logró con un lanzamiento de 71,04 que dejaba atrás sus 70.77 anteriores y, al mismo tiempo, uno de sus años más duros en lo deportivo.

«Me sorprende que me haya salido este lanzamiento justo en esta temporada», admite. Lo justifica en que le ha coincidido con el final de los estudios del ciclo superior de Vitivinicultura que ha cursado los últimos años y que absorbió buena parte de su tiempo. «Con el proyecto final dejé los entrenamientos un poco de aquella manera. Hubo un momento en que me vine abajo», añade el atleta.

Agobiado con los estudios y con una rutina nueva en su vida tras convertirse en padre hace un año, llegó a perder siete kilos de masa muscular. «Estaba que parecía para practicar otro deporte. No comía, no dormía, no descansaba...», recuerda. Su entorno le decía «no que diera la temporada por perdida, pero sí que lo tomara con calma porque iba a ser un año de transición». Estaba convencido de que no era su año.

Finalmente, fue recuperándose poco a poco una vez entregado el proyecto. «Me despreocupé sabiendo que no era mi año y que mi verdadero objetivo era terminar los estudios. Seguramente eso fue lo que me ayudó a terminar lanzando ayer [por el domingo] 71,04». Tras encontrarse mejor a nivel físico en las últimas semanas, en el calentamiento ya notó que tenía «posibilidades de lanzar más de lo esperado» hasta el punto de que finalmente se despidió con la sensación de que podía haber hecho una marca incluso mejor.

Campeonato de España

Esa marca superior podría llegar en el Campeonato de España el próximo agosto. O quizá no. «Sigo sin estar físicamente en mi mejor momento. Mi objetivo es mantenerme estable, en un nivel bueno, entre 69 y 70, quizá lanzar un poco más, pero no mucho más. No quiero marcarme metas de una manera obsesiva», insiste.

Precisamente, Landín decidió retomar los estudios para hacer el ciclo que ahora acaba de concluir cuando se dio cuenta de que se estaba centrando demasiado en el atletismo. «Si entrenas mañana y tarde y apenas piensas en nada más, no hay problema si las cosas te salen. Pero cuando no, te obsesionas, te cambia el carácter, estás todo el día pendiente de las competiciones y de los rivales...», describe. Eso fue lo que quiso evitar.

«El atletismo es un deporte cada vez más olvidado: menos ayudas, menos becas... Y se acaba. Por eso no quería vivir solo para el deporte, sino buscar la estabilidad de otra manera». Ahora, entena por las tardes. «El tiempo que le dedicas, hay que estar concentrado al 100 % en ello, pero no estarlo también el resto del tiempo», comenta.

Landín entrena con frecuencia en Cerveira ante los obstáculos que encuentra e su ciudad. «Me dan todas las facilidades. En Vigo, con mis horarios, hubiera sido imposible entrenar y entrenar a la vez y lograr este récord».