Un éxito con nombre propio

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

DEPORTES

Montes llevó al club en un momento convulso y ha conseguido logros históricos al frente de él.
Montes llevó al club en un momento convulso y ha conseguido logros históricos al frente de él. xoán carlos gil< / span>

El técnico Jacobo Montes es el artífice de que el Choco luche por el play-off

07 may 2015 . Actualizado a las 13:37 h.

Podría decirse que es un entrenador milagro. Pero quienes conocen al técnico del Choco, Jacobo Montes, aseguran que detrás de su éxito están el trabajo y la capacidad para transmitir a los jugadores su idea de fútbol, así como para ganarse la confianza total de la directiva a las primeras de cambio. Con esas recetas, le han bastado tres años para ascender al cuadro redondelano de Preferente a Tercera y para tenerlo en puestos de play-off de ascenso a falta de dos jornadas.

Montes llegó al banquillo del Choco, su club de toda la vida, de rebote. «El presidente de entonces me ofreció el puesto a mí, pero estaba en el Gondomar y les hablé de Jacobo», comenta Marcos Montes, actual coordinador de la base del Choco, sobre su hermano. Pudo haberse limitado a decir que no, recuerda, pero si les sugirió a Jacobo fue porque «estaba seguro de que demostraría que era la persona indicada». Pese a ello, Marcos asegura que si alguien está en deuda con el otro es él: «Que alguien sepa llevar así el primer equipo es muy de agradecer para quien coordina la base».

El técnico inició su andadura en su actual banquillo en un momento crítico. Con graves dificultades económicas, el equipo se había deshecho y trataba de salir a flote. «El éxito de un equipo es compartido entre técnico y plantilla, pero él tiene el mérito de fichar a diez o doce jugadores nuevos y conseguir que se acoplen y todo salga como está saliendo», comenta el capitán, Ignacio Molinos.

Tal y como confirma el presidente, Iván Crespo, el propio Montes rediseña cada año un bloque acostumbrado a que su éxito se traduzca en su desmantelamiento al final de cada campaña. «Confecciona la plantilla manejando el presupuesto que le marca el club. Él busca el perfil que quiere adaptándose a nuestras posibilidades». Es algo que, destaca, «no le puedes confiar a cualquier entrenador». Pero sí al que fue también compañero suyo como futbolista del club años atrás, a una persona que «aunque tenga cinco bajas, siempre mira el lado positivo y piensa que va a haber once que saldrán a ganar».

Marcos asegura que si algo distingue a su hermano es que «al poco de empezar a entrenar con él, el jugador sabe que va a ser diferente a todos los técnicos que ha tenido antes». Lo corrobora Molinos, con once años de experiencia en el Choco. «Se trabaja cada semana en función del partido, del campo donde vas a jugar... Analiza mucho al rival para darte todas las indicaciones posibles. Es cierto que es muy distinto a todos los demás», señala.

Incapaces de sacarle defectos, los tres lo califican como metódico y trabajador incansable, aparte de atribuirle una parte generosa del éxito choqueiro. «Es disciplinado y justo con la plantilla. Saca lo mejor de ellos y compensa con trabajo las carencias de presupuesto hasta el punto de que logramos superar a rivales económicamente mucho más fuertes», destaca Crespo. Otro plus, añade Molinos, es una juventud que le hace tener fresca su etapa de futbolista y saber ponerse en la piel de sus jugadores.

Con la mente puesta en el play-off y la Copa Diputación, es pronto para pensar en al próxima temporada. Pero el capitán lo tiene claro: «Creo que está preparado para entrenar en una categoría superior».