El presidente de PSA confirma que asignará modelos primando la competitividad

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO

VICTOR>CAMESELLE

Vigo necesita otro vehículo además del K-9 para mantener su estructura

06 may 2015 . Actualizado a las 08:29 h.

Competitividad. Es la palabra talismán del presidente del grupo PSA Peugeot Citroën, el portugués Carlos Tavares, y una de las que más repitió durante el encuentro que ayer mantuvo con una representación del comité de empresa durante su visita a la planta de Vigo. Dejó claro que será el primer mandamiento que aplique la multinacional a la hora de asignar futuros modelos. Y la planta viguesa, que ya se aseguró hace unos meses el proyecto K-9 -la nueva generación de furgonetas-, necesita garantizarse la adjudicación de un segundo vehículo a corto plazo si quiere mantener las dos líneas de producción. «Como muy tarde en el primer trimestre del 2016», sostiene el portavoz de UGT, Rubén Pérez.

La factoría de Balaídos es, junto con la de París-Sochaux, la única biflujo del grupo, estatus que no está dispuesta a perder, ya que sería lo mismo que perder de un plumazo prácticamente la mitad de la plantilla, que está en su cifra más baja desde hace 40 años.

Tavares dijo comprender la preocupación de los trabajadores, pero no avanzó si la dirección del grupo está trabajando ya en esa línea o no. Se limitó a recurrir a un símil futbolístico: «Aquí se están haciendo bien las cosas y los mejores jugadores siempre tienen garantizado un puesto en la selección», afirmó.

Paga en Francia, recorte en Vigo

El comité le trasladó también al patrón el malestar de la plantilla por los ajustes desde el punto de vista del empleo y los recortes en salarios y aspectos sociales, mientras en Francia los trabajadores recibieron una paga extraordinaria de 1.000 euros y se incrementaron las retribuciones de los directivos.

Carlos Tavares reconoció el esfuerzo y los sacrificios realizados por la plantilla de Vigo, que calificó de «necesarios» para poder competir. «Cuando la situación del grupo revierta y gane dinero, los trabajadores verán reflejado en sus nóminas ese esfuerzo», prometió. Señaló que el escenario es complicado, que en el 2012 el grupo «estuvo al borde del estrangulamiento» y que la recuperación no está siendo todo lo consistente que sería de desear. No es ajeno a ese escenario el hecho de que, dijo, las constructoras tienen instalada en Europa más capacidad de producción de la que puede absorber el mercado.

Otros asuntos puestos sobre la mesa fueron la necesidad de abrir una reflexión sobre la búsqueda de mecanismos de salida, hoy bloqueados, para mayores de 59 años, y de garantizar que sean las auxiliares del entorno las que suministren el mayor número de componentes para evitar que pueda terminar debilitándose la planta de Balaídos si se renuncia a una de sus fortalezas.

El otro punto fuerte del viaje de Tavares a Vigo fue la visita al Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), para ver los proyectos que desarrolla.

El presidente de la Xunta, que también acudió al centro, apoyó ante el patrón de Citroën la voluntad innovadora de la automoción gallega, «clave para anticipar un bo posicionamento do sector no futuro». Ambos constataron el altísimo nivel del CTAG y coincidieron en la oportunidad de reforzar los estudios en el ámbito de la conducción autónoma. «Redundará nunhas maiores posibilidades de Balaídos para seguir competindo no escenario internacional», dijo Feijoo, que garantizó el «apoio incondicional» de la Xunta a la innovación. «Se están a crear as condicións para que a fábrica viguesa poida seguir captando novos modelos».