«El alcalde lleva un mes esperando, pero nosotros estuvimos ocho aguardando por el proyecto», dice la Diputación
05 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El alcalde vigués tensó demasiado la cuerda y todo hace indicar que no podrá exhibir antes de las elecciones municipales del día 24 el trofeo del convenio de Balaídos, lo que dejará sin resolver la finalización de las obras de rehabilitación del estadio. La parte principal del proyecto lo financian Concello y Diputación (33 % cada uno), pero Caballero marginó al presidente provincial de todo el proceso. Ahora, cuando ya ha presentado el proyecto en numerosas ocasiones, quiere que la Diputación firme. Sin embargo, de momento no lo ha conseguido.
En este contexto, Caballero explicó ayer que ha enviado un escrito a Louzán para agilizar la firma del acuerdo «ante su falta de respuesta un mes después de enviarle el proyecto y la propuesta de convenio». Tras aparcar la comparecencia pública de ambos, ahora, a 20 días de las elecciones, considera que «ya urge y empiezo a estar preocupado pues puede retrasar el proceso».
Un portavoz de la Diputación tomó ayer nota del recado, dejando claro que ahora los que no tienen prisa son ellos. «Si él lleva un mes esperando nosotros llevamos ocho por el proyecto y por su convocatoria. Quiere meter el proyecto en campaña, pero nosotros estamos tranquilos», precisó. Lo que la Diputación tiene claro es que «no hay problemas con la aportación económica y con el proyecto», pero que se tomarán el tiempo que consideren necesario para estudiarlo.
El proceso de reforma de Balaídos se inició el pasado verano y las obras en la grada de Río comenzaron en febrero. Entre esos meses el Concello pactó con el Celta el proceso y se encargó al arquitecto Pedro de la Puente el proyecto. Caballero, mientras tanto, reclamó apoyo económico a la Diputación, que en noviembre pasado aprobó el presupuesto del 2015 con una partida de 4,5 millones de euros para Balaídos.
Durante meses, el portavoz municipal del PP, José Manuel Figueroa, reclamó al alcalde que los convocara para hablar del plan de obras y de la colaboración de ambas instituciones. Pese a su insistencia, Caballero ignoró la petición y ello molestó a los responsables de la Diputación.