Movilizan a los bomberos para rescatar a una gata que no dejaba dormir a los vecinos

Los vecinos de un edificio de la calle Coruña tuvieron que llamar esta madrugada a los bomberos para librarse de una gata que les molestaba y no les dejaba dormir. La minina estaba atrapada en la cornisa de un octavo piso que daba a un patio de luces del inmueble y sus maullidos despertaron al vecindario a las cinco y media de la mañana. Ante el insoportable jaleo que montaba el animal por la noche, los vecinos movilizaron a una dotación del parque de Balaídos, que acudió a rescatar a la gata.

Todo empezó en el edificio número 22 de la calle Coruña. El pequeño felino, una gata gris mansa, vio la ventana abierta del octavo piso donde vive con sus dueños y merondeó por el balcón hasta que quedó acorralada en una minúscula cornisa de 3 metros cuadrados. Los dueños, alarmados por sus maullidos aterrados, se despertaron y tuvieron miedo de que su mascota se cayese al vacío, por lo que telefonearon a los bomberos, que enviaron un coche de primera salida.

El problema con el que se encontraron los bomberos era que el animal estaba situado encima de una cornisa que hacía de tejadillo del balcón de abajo. Temían que si ellos entraban allí, alguno de los bomberos pisase en falso y se cayese al vacío o que el animal se asustase y se precipitase al suelo o mordiese a sus rescatadores.

Ante estos imprevistos, los bomberos tuvieron la ingeniosa idea de colocar un mantel para ver si la gata lo agarraba y subía. Finalmente, el animal se acercó y en un momento se metió por el doblaje, los bomberos la envolvieron e hicieron un tubo por el que pudieron retirar al minino sano y salvo.

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