Desembarco del Rey

VIGO

03 mar 2015 . Actualizado a las 09:39 h.

En el año 2000 de nuestra era, siendo Lois Stark Castrillo, señor de la casa Beneger, mandatario mayor del reino del Trono de Hierro ubicado en Desembarco del Rey (también conocido como Praza do Rei), tomó la solemne decisión, tras consultar a sus asesores, de humanizar la calle María Berdiales. Díjose a sí mismo: «Daré a los ciudadanos unas briznas de humanidad en forma de adoquinado para que puedan solazarse». Y así se hizo. Los siervos artesanos se pusieron manos a la obra y una por una, colocaron las piedras y a pesar de las quejas de los pobladores, que se quedaban sin espacio para poder atar sus caballos y estacionar sus carros, la calle se transformó y el día en que se abrió al público hubo gran fiesta, baile, juglares y se asaron cientos de jabalíes a mayor gloria de la casa Beneger.

Pasaron los años. Luchas intestinas asolaron las tierras del Norte y otro señor se hizo con el poder. En el ahora llamado Reino de la Roca Casterly, domeñado por la casa Lannister, no podían soportar que quedase resto alguno de las conquistas del pasado.

Abel Ramón Lannister, de la casa Socialister, quiso hacer realidad una vez más su lema: «Oye mi rugido», Y con ayuda de las radiales y los martillos neumáticos, no había quien le tosiera en ninguno de los Siete Reinos. Su mano derecha Baratheon, llamado así porque siempre se jactaba de encontrar el presupuesto más barato, ya que tenía su propia empresa y hacía las cuentas como le daba la gana, volvió a ganar el concurso para levantar la calle por enésima vez. Daenerys Silvatargaryen, siempre al lado del señor Lannister, envió sus dragones de Dragons y Constructions para calmar con un par de fogonazos a la plebe sublevada. Y en un plis plas el señor ordenó levantar la calle, dilapidando el dinero público una vez más solo para contemplar sus creaciones desde su fortaleza.

begona.sotelino@lavoz.es

Luchas intestinas asolaron las tierras del Norte