Los pescadores de Arbo reclaman un punto de venta local para la lamprea
02 feb 2015 . Actualizado a las 10:43 h.Las dos joyas del Miño comparten protagonismo este mes. La penúltima campaña de angula ha rematado con un insólito repunte de precios que ha situado la media en los 182 euros por kilo. El valor no solo es de los más altos conseguidos a golpe de enero sino que, con excepción de los tres días anteriores a Navidad, «el premio medio ha sido más alto en enero que en época navideña, que fue a la baja con respecto a otros años». Lo confirma Fernando Ferreira, presidente de la asociación de pescadores del Miño. Califica la temporada, a falta de los últimos diez días de trabajo de febrero, cuando marque la luna nueva, como regular. Sin embargo, según la estadística de la Xunta en enero han pasado por la lonja 92 kilos de angula frente a los 42 del mismo mes del año pasado, el primero en el histórico de ventas.
Los de O Baixo Miño están ya inmersos en la pesca de lamprea. «De momento hay poca y las capturas son de entre uno y tres ejemplares por pescador y día», señala Ferreira. Los precios se mantienen entre 20 y 30 euros.
Los pescadores de Arbo esperan aún al 15 de febrero para ir a las pesqueiras. Reclaman un punto de venta en el que poder comercializar su producto, como se viene haciendo desde hace dos años en A Guarda con la angula. El presidente de la asociación Trabadoiro, Ángel Fernández, resalta que el punto de venta local permitiría profesionalizar la actividad, durante los tres meses de campaña. Pero los pescadores de la zona de Arbo y As Neves, argumentan otras potencialidades no solo para el sector pesquero. «Tener un punto de venta sería un atractivo más para el municipio tanto turístico como cultural y social ya que las pesqueiras y las lampreas de Arbo se remontan a la época romana», defiende Ángel Fernández. Explican que la lonja de mar más cercana está a 50 kilómetros.
En busca de una denominación
Las comparaciones nunca son buenas, pero aún sin entrar en ellas los pescadores de Arbo tienen claro que su lamprea merece un distintivo de origen y calidad que identifique también al municipio. «Queremos una distinción, bien sea como producto de calidad diferenciada o de denominación de origen», indica Ángel Fernández. Este distintivo permitiría, por otra parte, asegurar la venta al consumidor. «El año pasado, estando aquí en temporada, venían de otras zonas a 3 euros, cuando nosotros salíamos a 20 o 30», indica. Desde la asociación Trabadoiro confían en que la temporada sea tan buena como la anterior, cuando el mal tiempo facilitó la subida de la lamprea. El desgaste de grasa desde la desembocadura hasta Arbo hace que pueda cocinarse sin pasar por vivero.