El nuevo centro de I+D permitirá a Anfaco contar con 15 laboratorios

Soledad Antón García
soledad antón VIGO / LA VOZ

VIGO CIUDAD

M.MORALEJO

Será puntero en el mundo en biología molecular y alérgenos alimentarios

30 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Once meses. Es el tiempo que resta para que el nuevo centro tecnológico de Anfaco abra sus puertas y convierta a Vigo en una ciudad puntera a nivel mundial en materia de I+D+i relacionada con la industria marina y la alimentación. Cecopesca, el brazo tecnológico de la patronal conservera, adquiere así un impulso sustancial que le permitirá dar respuesta a cualquier demanda que planteen las empresas tanto nacionales como internacionales.

A día de hoy cuenta con una cartera de 475 clientes en España, a los que hay que sumar una veintena en países tan dispares como Perú, Guatemala, Senegal, Marruecos, Mauritania, Brasil, Sri Lanka, India o Ecuador. En la mayoría de los casos lo que hace es prestar asistencias técnicas e impartir formación para el desarrollo del sector pesquero, el fortalecimiento de la industria de transformación, el aprovechamiento de bivalvos o la promoción del consumo de pescado en poblaciones de escasos recursos. «Vamos a duplicar el número de laboratorios, lo que permitirá una mayor especialización en función de la demanda», afirma el secretario general de Anfaco, Juan Vieites, que añade que el centro estará a la vanguardia internacional en todo lo relacionado con biología molecular, alérgenos o identificación de especies desde el punto de vista de la alimentación.

El centro contará con 15 laboratorios que se corresponden con otras tantas áreas de investigación. Ocuparán una superficie de 2.435 metros cuadrados en tres de las cinco plantas del futuro edificio, cuya construcción rematará en octubre.

En concreto, en la primera planta estarán las unidades de investigación físico-química, contaminantes industriales, tecnología biofarmacéutica y tecnología de infrarrojos. En conjunto, darán cobertura a los ejes de calidad y seguridad alimentaria, así como al diseño y obtención de nuevos alimentos. Por su parte, las cuatro unidades de la segunda planta se centrarán en el control toxicológico y actividad biológica, detección de tóxicos, contaminantes biológicos, y tipificación bacteriana y control epidemiológico. En este caso, toxinas marinas y acuicultura son dos de los campos a los que más respuestas darán.

Finalmente, la tercera planta albergará siete laboratorios que estarán especializados en las siguientes materias: biotecnología alimentaria, extracción y purificación de moléculas de origen marino, parasitología molecular y detección de alérgenos, trazabilidad molecular, tecnologías de la información, nuevos procesos para la valorización de subproductos alimentarios, y nuevos procesos para el tratamiento de residuos.

Los restantes 3.450 metros cuadrados de superficie del inmueble se reparten entre el sótano, que albergará la planta piloto en la que se realizarán actividades de simulación preindustrial, incluido el desarrollo de prototipos, y el bajo, en el que se instalarán las unidades de implantación de estándares de calidad internacionales y de tecnologías emergentes de conservación y envasado de alimentos. Del salto cualitativo que, según Vieites, supondrá el centro no solo se beneficiará la industria marina, sino también la agraria.

El presupuesto de la obra asciende a 8.445.087 euros, de los que 7.056.864 corresponden a la construcción y el resto al equipamiento. El 80 % de la financiación corre a cargo de Bruselas, en tanto el 20 % restante lo pone la Xunta.