Sinceridad

Soledad Antón García
Soledad Antón EL MENTIDERO

VIGO

28 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Han pasado 545 días desde aquel caluroso primero de agosto del 2013 en que el Concello, por sorpresa, echó el cierre definitivo al local de Sereos en la Porta do Sol. Un escueto cartel advertía a los usuarios habituales del servicio (personas sin recursos o con patologías adictivas, o ambas cosas a la vez), que se les atendería en una unidad móvil en la calle Jacinto Benavente. Primero fue la incredulidad y la demanda de explicaciones y luego las protestas.

Una furgoneta no parece el lugar más adecuado para un servicio como el que ofrece Sereos, donde además de jeringuillas y preservativos para evitar el contagio de enfermedades se ofrecen café y bocadillos. Pero quien corresponda decidió que hacer cola en mitad de la calle, calados cuando la lluvia arrecia o sudando cuando el sol aprieta, no suponía ninguna molestia. Tampoco para los vecinos. Eso sí, por si acaso, plantó la furgoneta entre naves empresariales y camiones aparcados.

Desde distintos departamentos municipales se pidió paciencia. Poca, porque la solución era cosa de días. Aseguraron que el nuevo local, a tiro de piedra, ya estaba prácticamente listo. El tiempo demostró que no, que se habían precipitado al prometer. Empezaron a menudear las protestas en la calle y en la misma medida las promesas de solución. El caso es que 545 días después aquel cierre precipitado, Sereos sigue repartiendo café y preservativos en una furgoneta, el tema ha dejado de ocupar páginas en los periódicos y los afectados han terminado por bajar los brazos, igual que El Imán o Érguete, que aquel primero de agosto del 2013 se comprometió a ayudar a buscar un solución «porque la atención es peor». Nada ha cambiado. Y no parece que vaya a hacerlo a tenor de lo que el lunes afirmó el alcalde: «No hay respuesta para esa pregunta». Ante todo, sinceridad.

soledad.anton@lavoz.es