Dos de cada tres urgencias del Xeral son banales y el Meixoeiro tiene más casos complejos

No todas las urgencias son iguales. Hay urgencias y urgencias. Hay algunas de parada cardíaca y otras de catarro. Algunas necesitan pruebas y pruebas y horas de espera para saber qué le ocurre al paciente y otras deberían quedarse en el centro de salud. Tampoco todos los hospitales son iguales. Solo en Vigo, la diferencia entre los dos centros públicos es significativa. Los datos del triaje de Manchester, facilitados por la dirección del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), demuestran que dos de cada tres casos que llegan a las urgencias del Hospital Xeral son banales, mientras que el 55 % de los que entran en el Meixoeiro son complejos. El triaje es un sistema para ordenar las urgencias. No se atiende primero al que antes llega, sino que se ordena en función de la gravedad y la urgencia. El paciente que entra en urgencias tiene una entrevista con una enfermera que, con ayuda de un programa informático, establece la prioridad con que debe ser atendido. Según esta, se le otorga un color. Ese es el triaje. Los rojos no pueden esperar, los naranjas tienen un máximo de diez minutos, los amarillos una hora, los verdes dos y los azules cuatro. En el Hospital Xeral la sobrecarga es histórica. Pero viene determinada más por el número de casos que entran por la puerta de urgencias que por la complejidad de los mismos. Según los datos del triaje de Manchester, el 66 % de los pacientes son casos verdes o azules, es decir, urgencias consideradas banales. «Un gran porcentaje de ellos podrían ser resueltos en los centros de salud», reconoce el jefe del servicio de Urgencias, Luis Amador, al ser preguntado por los datos. El médico no dice que sean todos, sino la mayoría, porque cada caso es un mundo. Pone un ejemplo: un paciente puede llegar con un corte muy aparatoso en una mano y es naranja, necesita atención casi inmediata; pero en unos minutos la actuación médica queda resuelta. Sin embargo, un paciente con tos y dolor torácico apunta a una infección respiratoria y se clasifica como amarillo. Precisa varias pruebas complementarias y la atención médica se demora más tiempo. Es decir, es un paciente más complejo. Esto refleja a las claras la realidad de las urgencias del Meixoeiro: los pacientes son más complejos. Los amarillos y naranjas suman el 55 % de los casos. Así, aunque el Xeral atiende más casos que el Meixoeiro, este tiene pacientes de mayor complejidad. Son, además, pacientes con una media de edad superior. «El tiempo que pasas solo para desvestir al paciente en el box y hacerle las pruebas es muy grande», explica un facultativo de ese servicio. El área rural, con referencia en el Meixoeiro tiene una población más anciana y casi todas las residencias de mayores van a ese centro sanitario. En este hospital, por lo tanto, cada día se ven 88 casos amarillos y naranjas, en general complejos. En el Xeral son 63 de las mismas características. Pero en la calle Pizarro, el total sigue siendo mayor: 67.912 en todo el año pasado -más la obstetricia, la psiquiatría y la pediatría, que quedan al margen del triaje y que elevan la cifra del Xeral a 122.857 casos-, es decir, 186 frente a 161 del Meixoeiro. Si uno tiene más complejidad, el otro tiene más casos. El jefe de urgencias da una explicación geográfica. El Xeral está ubicado en el centro de Vigo. La accesibilidad es inmediata. «Esto les ocurre a todos los hospitales urbanos de España, la frecuentación es mayor pero la patología es más banal. Si estás en A Guarda y tienes un problema de salud, intentas resolverlo en tu centro de salud», razona. El Meixoeiro recibe a todos los pacientes del rural, que hacen largos recorridos para llegar al hospital. El Xeral, en la calle Pizarro, recibe a muchos pacientes por cuestiones menores. A algunos se les manda ir al punto de atención continuada (PAC, las urgencias de los centros de salud), ubicado justo enfrente, en la calle Bolivia.

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